El Gobierno nacional tomó la decisión de despedir a la subsecretaria de Turismo, Yanina Martínez, tras conocerse que viajó a Londres el pasado viernes, a pesar de las indicaciones del presidente Javier Milei de que los funcionarios se abstuvieran de irse de vacaciones al extranjero. La razón oficial de su despido fue que Martínez había entrado en vacaciones este lunes, pero ya había partido hacia la capital británica días antes, lo que generó un conflicto dentro del gabinete. La encargada de pedirle la renuncia fue la titular del área de Turismo, Daniel Scioli.
Martínez, abogada de formación, había comenzado su carrera en la función pública en diciembre de 2019 como secretaria de Promoción Turística, bajo la gestión de Alberto Fernández. Tras la asunción de Milei, quien redujo el ministerio de Turismo a una secretaría como parte de su política de recorte de gastos, Martínez continuó en su cargo. Durante la presidencia de Fernández, Martínez fue conocida por su cercanía con el exmandatario, incluso destacándose por su relación estrecha con él durante la pandemia. Sin embargo, su continuidad en el cargo con Milei se debió a un acuerdo político con el gobernador de Catamarca, Raúl Jalil, quien apoyó su nombramiento.
El episodio que derivó en su destitución fue la divulgación en medios especializados en turismo de que un funcionario de alto rango estaba vacacionando fuera del país. Aunque el presidente Milei había sugerido una postura de austeridad y razonabilidad en los viajes, no había prohibido explícitamente los destinos internacionales. Sin embargo, fuentes oficiales indicaron que Martínez no informó de su viaje, lo que provocó la reacción del gobierno. “El problema con Yanina fue que no avisó”, señalaron. Ante las dudas sobre su comportamiento, la confrontación fue inevitable y Martínez terminó siendo apartada de su cargo.
La polémica también remonta a sus vínculos dentro del ámbito político, ya que Martínez había sido una figura clave en el gobierno kirchnerista y se había alineado con Fernández, a quien consideraba su mentor. En ese contexto, el ascenso de Martínez en el Gobierno de Milei también fue polémico, ya que el presidente le otorgó continuidad en su puesto, lo que refleja la complejidad de las alianzas políticas dentro del Ejecutivo. El despido de la funcionaria marca un nuevo episodio en el escenario político y en la gestión de Milei, que busca mantener un mensaje coherente en términos de austeridad y comportamiento ético de los funcionarios.