El frente financiero argentino continúa bajo presión mientras los mercados digieren la volatilidad de las tasas de interés en pesos y el impacto de las denuncias por supuestas coimas en la Agencia Nacional de Discapacidad. Este miércoles, la tensión se sintió en el plano cambiario, aunque el dólar logró retroceder hacia el final de la rueda, con una baja de $15. Según operadores de la City, la caída obedeció a una nueva intervención en el mercado de futuros.
Durante la jornada, el dólar llegó a tocar los $1.375 en el Banco Nación, prácticamente el mismo valor que registraba al cierre de julio, y se negociaba en la previa de una licitación de deuda del Tesoro, con vencimientos por casi $7 billones. Sin embargo, sobre el cierre, el tipo de cambio corrigió a la baja: el dólar mayorista terminó en torno a los $1.350 y el minorista retrocedió hasta los $1.360. “El BCRA ha seguido interviniendo en el mercado de tasas locales y en los futuros: del lado de tasas, absorbió liquidez en el mercado overnight, pero también habría intervenido comprando bonos, sosteniendo los precios de los instrumentos vendidos por los bancos e implícitamente fijando un rango para las tasas locales”, explicaron desde Max Capital.
El economista Gustavo Ber destacó que la fuerte escalada de las tasas reales post LEFI se combina ahora con el reacomodamiento del dólar: “En las últimas ruedas viene sumándose el reacomodamiento del dólar, dado que los rendimientos en pesos parecerían en esta etapa ir perdiendo fuerza para captar apuestas al ¨carry¨”. Además, advirtió que “en medio de sucesivas regulaciones, los operadores monitorean si el apretón monetario será suficiente para suavizar el deslizamiento cambiario. Esto se debe a que el peor escenario sería que vaya a testear, ante los ruidos políticos, el techo de banda y ello activara ventas de divisas, toda vez que la acumulación de reservas resulta crucial para reducir el riesgo país”.
En el plano bursátil, las acciones argentinas en Nueva York sufrieron bajas de hasta 5,7%, lideradas por Loma Negra, mientras que los papeles del sector bancario continuaron siendo los más castigados. El ADR de Grupo Financiero Galicia cayó 4,2% tras presentar resultados trimestrales por debajo de lo esperado, y Banco Supervielle cerró con una pérdida cercana al 5%. En la plaza local, el índice Merval registró una caída del 3% medido en dólares. Por su parte, los bonos de la deuda ensayaron una leve recuperación hacia el final de la rueda, aunque el riesgo país cerró en torno a los 850 puntos.
La combinación de una economía en tensión, un mercado financiero sensible a cambios de política monetaria y los ruidos políticos derivados del escándalo en la Agencia de Discapacidad mantiene a los operadores en alerta, con un dólar y tasas locales que continúan siendo protagonistas de la agenda económica.