Tras la derrota electoral, el Gobierno busca refinanciar $17 billones en deuda con bonos cortos

Presionado por la suba del 3% del dólar y el desplome de la bolsa tras la dura derrota electoral del oficialismo en la provincia de Buenos Aires, el Gobierno definió su estrategia para enfrentar los pagos de deuda en pesos que vencen esta semana, por un total de $17 billones. Según fuentes oficiales, la estrategia consiste en ofrecer un menú de bonos de corto plazo para tentar a los bancos a refinanciar los vencimientos y evitar que los pesos en su poder se dolaricen, manteniendo así control sobre la liquidez.

La nueva artillería financiera incluye letras de capitalización (Lecap), títulos atados a la tasa bancaria mayorista (Tamar), bonos ajustados por inflación (Boncer) y por la variación del tipo de cambio oficial (Dólar linked). “Los papeles vencen entre octubre y enero del 2026, un plazo demasiado corto que refleja la cautela de la Secretaría de Finanzas para extender los vencimientos después del cimbronazo causado por las elecciones”, explicaron desde Economía. En esta ocasión, el Tesoro buscará colocar unos $7 billones, ya que buena parte de los vencimientos está en manos del sector público. “La semana que viene Finanzas tiene que refinanciar vencimientos por $17,2 billones solamente de la LECAP S12S5, de los cuales aproximadamente $10 billones son tenencia del BCRA. El llamado de la licitación se conocerá el lunes”, precisó LCG el viernes pasado.

El Gobierno llegó a las elecciones con un esquema de tasas altas, dólar intervenido y una refinanciación de la deuda que solo cubrió el 60% de los pagos. En la última licitación de agosto, el Tesoro logró renovar más del 100% de la deuda, pero debió elevar los encajes bancarios al 53,5% y pagar tasas del 75%, casi tres veces la inflación anual proyectada. Ahora, tras el cimbronazo en la provincia de Buenos Aires, las miradas están puestas en la capacidad del equipo económico para sostener el apretón monetario y mantener el dólar controlado dentro de las bandas, como sugirió el Presidente el domingo.

Fuentes del mercado financiero advierten que, ante la reacción de los bancos, “los bancos prefieren mantener la liquidez por estas horas, por lo cual Economía tendría que pagar altas tasas o endurecer las restricciones”. La pulseada se dará en un contexto de creciente tensión electoral y volatilidad financiera, con un Gobierno que busca evitar que la derrota en las urnas derive en un aumento descontrolado del dólar y una presión adicional sobre la economía doméstica. El éxito de la estrategia dependerá de la capacidad del Tesoro para convencer al sistema financiero de renovar la deuda sin disparar los costos y mantener bajo control la confianza de los inversores.