Tras el triunfo electoral y el salto de los mercados, el Gobierno busca consolidar su hoja de ruta económica

Respaldado por el inesperado triunfo electoral del domingo y el entusiasmo que mostraron los mercados en la jornada posterior, el Gobierno de Javier Milei obtuvo un respiro clave para terminar de delinear los próximos pasos de su programa económico. El ministro de Economía, Luis Caputo, encabezó este lunes una extensa reunión en el quinto piso del Palacio de Hacienda junto al secretario de Finanzas, Pablo Quirno —quien asumirá como canciller—, el viceministro José Luis Daza y el titular de la Agencia de Recaudación de Capitales (ARCA), Juan Pazo. En el equipo económico celebraron lo que calificaron como un “día histórico” para la plaza financiera: el dólar mayorista perforó los $1.400 para cerrar en $1.460, el riesgo país cayó a 600 puntos y el Merval registró su mayor suba en dos décadas. Caputo reafirmó las bandas cambiarias vigentes, repitiendo su mensaje de los últimos días: “El tipo de cambio es competitivo”.

La euforia oficial tuvo un componente adicional: la reacción del expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, y de su secretario del Tesoro, Scott Bessent. Milei y Caputo agradecieron públicamente el respaldo externo. Trump aseguró que le brindó un “fuerte respaldo” al Gobierno argentino, especialmente tras el anuncio de un paquete financiero de US$ 40.000 millones realizado antes de las elecciones, cuando el dólar había superado el techo de las bandas y el Tesoro estadounidense intervino comprando pesos por primera vez en la historia. Tras su reciente encuentro en la Casa Blanca, Milei prevé volver a reunirse con el líder republicano el 5 y 6 de noviembre, en el American Business Forum en Miami, un evento al que también fueron invitados Lionel Messi, Corina Machado, Gianni Infantino y Jamie Dimon. La comitiva presidencial aún no está definida.

En paralelo, el Gobierno intenta reactivar una economía que permanece estancada desde marzo. El sistema financiero espera señales concretas, como la reducción de encajes y una baja adicional en las tasas. Este miércoles el Tesoro afronta vencimientos por $12 billones en deuda en pesos y la estrategia oficial es que “la macro ordene la micro”, es decir, que un mejor clima económico incentive la inversión privada. Para cumplir con los compromisos del Fondo Monetario Internacional y encarar pagos por US$ 4.500 millones a los bonistas en enero, el Banco Central necesita acumular reservas y restaurar el acceso a los mercados. Entre las alternativas en estudio figura una recompra de deuda junto a bancos internacionales para reducir el riesgo país, aunque aún falta definir garantías y compradores.

Otro punto clave es el swap con Estados Unidos, que todavía no fue formalizado por Bessent pero que el Gobierno considera una herramienta viable para despejar vencimientos. “Si no pudiéramos salir al mercado, entonces ejecutamos el swap y pagamos, esto asegura que de acá al final del mandato la plata está”, afirmó Milei en declaraciones televisivas. Además, el Presidente ratificó su intención de avanzar con reformas tributarias, laborales y previsionales, aunque en el propio equipo económico admiten que esos proyectos probablemente se discutan recién en 2026. “Tenemos lo necesario en ambas cámaras, que no es lo mismo que mayoría. Ahora estamos más cerca de las reformas. Igual falta algún distraído. Veremos cómo reaccionan los gobernadores”, señalaron en un despacho oficial.

La agenda económica continúa siendo desafiante. Wall Street reclama consensos políticos y ajustes adicionales, especialmente en materia cambiaria y regulatoria. El Gobierno prevé avanzar desde el 11 de diciembre con el tratamiento del Presupuesto 2026, luego de un año en el que Milei gobernó mayormente mediante decretos para controlar el gasto hasta encontrar límites políticos y sociales. El proyecto oficial proyecta déficit cero, una inflación del 10% y un dólar de $1.423 para 2026. Además, la estrategia financiera incluye la emisión de deuda en pesos capitalizable cuyos intereses no computan como gasto público, lo que permitiría reducir de forma contable el déficit. El FMI, por su parte, anticipa una suba en los pagos de intereses y aumentos tarifarios, factores que seguirán condicionando el rumbo económico en los próximos meses.