El 17 de noviembre, Transportadora de Gas del Sur (TGS) alcanzará un hito significativo al cumplir 30 años de cotización en la Bolsa de Nueva York (NYSE). En este contexto, los accionistas de la compañía celebran con optimismo las oportunidades de inversión que se perfilan gracias al potencial del gas de Vaca Muerta. Marcelo Mindlin, empresario y principal accionista de Pampa Energía, holding que adquirió TGS en 2011, participó en un evento en Estados Unidos, donde compartió su visión sobre el futuro de la compañía y las condiciones del mercado argentino.
Mindlin, quien ha sido un actor clave en el sector energético desde finales de los años ’80, se mostró satisfecho con el trayecto de la empresa en el NYSE. “Es un momento de mucho orgullo y alegría”, expresó, destacando la importancia de poder retribuir a los directores más relevantes de TGS al invitarlos a participar en esta celebración. Además, Mindlin resaltó la liquidez que proporciona la cotización en Nueva York, comparándola con la de la bolsa local. “La liquidez que da cotizar en NYSE debe ser 100 a 1 frente a si solo estuviéramos en Buenos Aires”, indicó, subrayando la relevancia de este acceso para atraer inversiones en un país que enfrenta restricciones de capital.
Sin embargo, el futuro de TGS también está vinculado al entorno regulatorio argentino. Mindlin subrayó la importancia de un marco regulatorio estable para el crecimiento de la empresa en los próximos 20 años, señalando que “depende mucho de la Argentina”. En este sentido, consideró fundamental que el país logre un fortalecimiento en sus instituciones para combatir la pobreza y fomentar un clima de inversión favorable. A pesar de la tensión inicial con el gobierno de Javier Milei, Mindlin reconoció que “desde entonces han cumplido como nunca se ha hecho con los pagos, tanto de electricidad como de gas”, lo que indica un compromiso por parte del gobierno en el respeto de los contratos.
El empresario también abordó el impacto de la reciente suspensión de audiencias públicas por parte del Gobierno, que podría afectar el marco regulatorio. “Es un delay. Los contratos tienen ciertos tiempos, normas, cláusulas”, explicó. Aunque reconoce que es un momento delicado, enfatizó que la clave está en el respeto de los acuerdos existentes para garantizar el funcionamiento y las inversiones de la empresa. Con respecto a las inversiones futuras, Mindlin mencionó varios proyectos, incluyendo la ampliación del gasoducto Néstor Kirchner, un oleoducto liderado por YPF, y una planta de procesamiento de líquidos, fundamentales para maximizar el potencial del gas extraído en Vaca Muerta.
En conclusión, el aniversario de TGS en la NYSE no solo representa un logro corporativo, sino que también refleja un momento de reflexión sobre el futuro del sector energético argentino y las oportunidades que se abren en un contexto de cambio. Con el potencial de Vaca Muerta en el horizonte, Mindlin y su equipo se preparan para enfrentar los desafíos del mercado, apostando por un desarrollo sostenible que beneficie a la empresa y al país.