El enfrentamiento entre Pro y La Libertad Avanza no deja de escalar en la Ciudad de Buenos Aires. A las disputas sobre el presupuesto porteño y las elecciones desdobladas, se sumó un explosivo cruce entre Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta por temas de seguridad. Bullrich, actual ministra de Seguridad y ex candidata presidencial de Pro, acusó a Larreta de haber frenado la construcción de un anexo carcelario en Marcos Paz, planeado para alojar a presos de la Ciudad. “Un festín de corrupción, nepotismo y arreglos con los mismos de siempre”, sentenció Bullrich, mientras calificaba a Larreta como un “cadáver político”.
Rodríguez Larreta respondió instando a Bullrich a concentrarse en sus responsabilidades como ministra, lo que dio pie a un nuevo contraataque. En medio de esta escalada, Laura Alonso, portavoz del jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, intervino para aclarar que cualquier denuncia de corrupción debe ser presentada con pruebas ante la Justicia. “Cualquier persona que tenga conocimiento de un hecho de corrupción debe denunciarlo donde corresponde. Si se trata de un funcionario de esta gestión, el jefe de Gobierno tomará las medidas necesarias”, sostuvo Alonso en declaraciones a Radio La Red.
La portavoz también abordó un tema crítico para la Ciudad: los presos en comisarías porteñas, escenario de múltiples fugas que derivaron en la remoción de altos mandos policiales. Según Alonso, existen avances en las conversaciones con el Ministerio de Seguridad de la Nación sobre el traspaso del Servicio Penitenciario Federal a la Ciudad, que actualmente no cuenta con uno propio. “Esas conversaciones están caminando bien”, afirmó. No obstante, reconoció tensiones significativas entre ambos gobiernos, particularmente en torno a la coparticipación federal. “Hay un fallo de la Corte Suprema que avala que la Ciudad debe recibir 5.000 millones de dólares. Aunque la Casa Rosada ha hecho un esfuerzo por empezar a pagar, todavía hay mucho camino por recorrer”, concluyó Alonso.
El clima político en la Ciudad sigue cargado de reproches y divisiones, con perspectivas de una alianza electoral entre Pro y La Libertad Avanza cada vez más lejanas. La seguridad y la administración de recursos se mantienen como focos de conflicto, alimentando una disputa que podría marcar el pulso político del 2025.
