Subsidios a las empresas de colectivos en la provincia de Buenos Aires: Un respiro temporal ante la crisis

El gobierno de la provincia de Buenos Aires cumplió este miércoles con el pago de los $39.000 millones que adeudaba en concepto de subsidios a las empresas de colectivos. Este desembolso permitió que las cámaras empresariales decidieran levantar el paro de 24 horas que habían anunciado para el jueves 16 de enero, que afectaba a las líneas de colectivos del 200 en adelante, aquellas que operan exclusivamente en el Conurbano bonaerense. La medida de fuerza había sido convocada por las empresas ante la falta de fondos suficientes para hacer frente a los costos operativos, como el pago de salarios, la compra de gasoil y el mantenimiento de las unidades.

Sin embargo, el sector privado advirtió que el pago de esta deuda no resuelve por completo la situación. Las empresas de colectivos siguen reclamando que el gobernador Axel Kicillof y su nuevo ministro de Transporte, Martín Marinucci, abonen una deuda pendiente de aproximadamente $10.000 millones desde septiembre de 2024. En una reunión mantenida el lunes con autoridades de la Secretaría de Trabajo, las empresas expresaron que se encuentran en una situación financiera insostenible, caracterizada como un caso de “fuerza mayor no imputable”. Según indicaron, el incumplimiento en el pago de las compensaciones está llevando a las empresas hacia una “quiebra inminente”, con muchos de ellos incapaces de afrontar el pago de los salarios de diciembre de 2024. La Unión Tranviarios Automotor (UTA) también manifestó su preocupación, advirtiendo que si esta situación persiste, tomarán medidas para evitar que los trabajadores sufran un perjuicio económico mayor.

La crisis del sector se refleja en los números. Según la Asociación Argentina de Empresarios del Transporte Automotor (AAETA), el costo “real” del sistema de colectivos en noviembre de 2024 ascendió a $294.395 millones, mientras que las autoridades provinciales solo reconocen un subsidio mensual de $221.575 millones. Esto ha provocado un déficit de $72.819 millones, lo que afecta gravemente la calidad del servicio, como la discontinuidad de las frecuencias y la obsolescencia de las unidades. Las empresas advierten que sin un ajuste en las tarifas o un aumento significativo de los subsidios, será imposible cumplir con las paritarias del sindicato de choferes, lo que también impactará en la seguridad del servicio.

El sistema de colectivos del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) enfrenta, además, el desafío de tarifas muy por debajo del costo real. Mientras que en otras ciudades del país, como Pinamar o Bariloche, los boletos alcanzan precios elevados, en el AMBA el costo sigue siendo uno de los más bajos, con tarifas que rondan los $371,13, lejos de cubrir los costos operativos. Este desequilibrio en los subsidios, sumado a los aumentos de tarifas durante 2024, ha generado un panorama complicado para las empresas de transporte, que transportan a unos 9,8 millones de pasajeros por día. La antigüedad del parque automotor, que en promedio es de 7,7 años, y la caída de la cantidad de kilómetros recorridos durante enero, reflejan el desgaste y la necesidad urgente de una reestructuración del sistema para garantizar un servicio de calidad.