La presidenta del Senado, Victoria Villarruel, se prepara para ceder a las presiones de la oposición y convocar directamente a esta sesión especial. Ante la amenaza del peronismo de autoconvocarse a sesionar y la posibilidad de que logren el quórum necesario, Villarruel busca preservar su autoridad y evitar que se le impongan proyectos de manera inesperada. El objetivo del oficialismo es tratar en primer lugar los proyectos solicitados por el Gobierno y luego proceder con la votación del DNU, en una sesión que promete ser crucial para ambas partes.
El escenario se presenta incierto, con la oposición confiada en contar con el quórum necesario y en obtener el respaldo suficiente para rechazar el mega DNU. Mientras tanto, en el Frente de Todos se espera colaboración por parte del Gobierno para persuadir a algunos senadores a fin de evitar la aprobación del rechazo. La incertidumbre también rodea las deliberaciones de Cristina Kirchner, quien aún no está convencida de los resultados que arrojará la sesión. A pesar de la incertidumbre, el Senado se prepara para un día de intensas discusiones y posibles decisiones trascendentales para el futuro político y económico del país.