Rizobacter cumple con sus compromisos: paga deuda pese al default en el sector agropecuario

En medio de la incertidumbre generada por los recientes defaults de Surcos y dos empresas del grupo Los Grobo, Rizobacter, compañía del Grupo Bioceres, confirmó el pago de Obligaciones Negociables (ON) por $20.666 millones y US$ 131.000. La empresa, que se especializa en productos biológicos para la agricultura, había sido señalada como otra potencial deudora con vencimientos este 30 de diciembre. Sin embargo, cumplió con sus compromisos, tal como lo había comunicado previamente a la Comisión Nacional de Valores (CNV).

El panorama se tornó más complejo tras los incumplimientos de Los Grobo Agropecuaria y Agrofina, controladas por Victoria Capital Partners, que no pudieron cubrir un pagaré bursátil por US$ 100.000 y anunciaron que no afrontarán obligaciones hasta marzo de 2025, acumulando un total de US$ 10 millones en vencimientos. Por su parte, Surcos enfrenta denuncias penales tras no saldar pagarés por más de US$ 4 millones y $9.300 millones, lo que motivó la solicitud de un Procedimiento Preventivo de Crisis. Estos eventos encendieron alarmas sobre la estabilidad financiera en el sector agropecuario.

El economista David Miazzo destacó que, aunque la rentabilidad del sector agrícola está presionada por factores como las retenciones y precios bajos de los commodities, “el detonante del sacudón no fue ese, sino el modelo de negocio de estas empresas”. Según Miazzo, Los Grobo, Agrofina y Surcos operan con “mucho apalancamiento financiero”, un esquema inusual en el sector. “Crecieron con capital externo, lo que los dejó expuestos a cualquier ruido en el mercado”, agregó.

Los especialistas coinciden en que el mercado de agroquímicos está atravesando una caída significativa. Salvador Vitelli, jefe de Investigación de Romano Group, alertó sobre un posible “efecto dominó” en la cadena de pagos, lo que dificultaría la renovación de vencimientos. “El mercado de pagarés ya estaba áspero, y ahora será más difícil colocar deuda en condiciones razonables”, señaló. Para Diego Napolitano, presidente de Cedasaba, la caída en la facturación, derivada de un sobrestock en 2023 y la baja en los precios de productos en 2024, fue determinante.

Rizobacter, en contraste, continúa consolidándose. Este año inauguró su novena subsidiaria internacional, en México, y una planta de soluciones biológicas valuada en US$ 10 millones. Su capacidad para cumplir con sus obligaciones financieras refuerza su posición como referente en el mercado de insumos biológicos, marcando una diferencia clave en un contexto adverso para el sector agropecuario.