Ricardo Arriazu respaldó las bandas cambiarias, alertó sobre el dólar y advirtió por el impacto electoral en el apoyo de EE.UU.

En plena tensión cambiaria y a días de las elecciones legislativas, el economista Ricardo Arriazu ofreció una lectura directa y sin eufemismos sobre la estrategia del Gobierno para contener el dólar, la influencia de Estados Unidos en el mercado cambiario y los riesgos políticos que enfrenta La Libertad Avanza. En la segunda Cumbre Aseguradora Argentina, realizada este jueves en la Bolsa de Comercio, el consultor defendió la decisión oficial de sostener las bandas cambiarias, reconoció que Donald Trump interviene el dólar sin consultar al ministro de Economía, Luis Caputo, y planteó que un resultado adverso en las urnas podría desactivar el respaldo norteamericano. “De acá a las elecciones quedan tres días, el gobierno va a hacer lo posible para que el tipo de cambio no se mueva porque es la clave del programa económico”, sostuvo. Y fue aún más claro al explicar el comportamiento del mercado: “Si las elecciones salen mal, se acaba la ayuda de Estados Unidos y el dólar se va a cualquier nivel”.

Arriazu planteó distintos escenarios para el día después del 26 de octubre. Según su análisis, si el oficialismo logra obtener un tercio de los legisladores en alguna de las dos cámaras, podrá bloquear intentos de juicio político al Presidente y mantener el apoyo de Washington. En ese caso, aseguró que la economía “cambia de la noche a la mañana” y proyectó incluso una baja del dólar: “Si salen bien las elecciones el dólar baja a $1.300 o $1.350”. Pero también advirtió que parte del electorado seguirá optando por dolarizarse antes de votar, una conducta que calificó como una apuesta “de corto plazo”. En paralelo, señaló un desafío político ineludible: recuperar los 2,3 millones de votantes del PRO que no acompañaron a Milei ni al kirchnerismo en Buenos Aires. “La gran pregunta es qué van a hacer el domingo”, deslizó ante un auditorio atento.

El economista también abordó las dudas del mercado y defendió la capacidad del Gobierno para enfrentar la tensión cambiaria. Aseguró que la administración puede “aguantar la corrida” con sus propios recursos y con la asistencia de Estados Unidos. Además, relativizó la carga de los vencimientos de deuda: según sus cálculos, representan el 19% del PBI, “uno de los más bajos del mundo”, aunque reconoció que los acreedores reclaman garantías: “show me the money” porque “somos estafadores”, ironizó. En esa línea, cuestionó el rechazo a las bandas cambiarias por parte de algunos sectores y recordó que desde la flotación de abril el riesgo país superó los 1.000 puntos, dañando la actividad económica. Aun así, no esquivó la crítica interna y enumeró lo que considera “errores” del Gobierno: permitir una fuerte expansión de pesos con el fin de las LEFI, intervenir tarde en el mercado cambiario y generar condiciones que incentivaron la brecha.

Arriazu destacó también el papel decisivo de Estados Unidos en el esquema cambiario actual. Señaló que el acuerdo con Washington modificó la estrategia oficialista y reforzó el margen de maniobra del equipo económico. Mencionó el apoyo explícito del secretario del Tesoro norteamericano, Scott Bessent, quien definió el rescate financiero como parte de “acciones cruciales” y respaldó al ministro Caputo. Para el consultor, las bandas cumplen un rol central en la estabilidad y la asistencia de Estados Unidos podría reforzar esa política sin necesidad de una devaluación: “Cada vez que el tipo de cambio real subió hubo una crisis política”, aseguró. Diferenció, además, el swap con EE.UU., al que describió como un “derecho” para intervenir mercados o pagar deuda, del swap con China, al que consideró apenas un movimiento contable.

Alineado con el discurso presidencial, Arriazu recomendó a los empresarios reclamar una reducción del “costo argentino” en lugar de una devaluación brusca. Y cerró su exposición con un mensaje que sintetiza su visión sobre la disputa cambiaria: “Si Estados Unidos ayuda, no va a haber corrida… ¿tienen posibilidad de revertirlo? Ninguna, a menos que cambie la confianza, esa es la clave”. La cumbre contó con la participación de referentes del sector, entre ellos Eduardo Felizia (ADEAA), Gustavo Trías (AACS), Irene Capusselli (AVIRA), Guillermo Plate, Diego Guaita (ADIRA) y Mara Bettiol (UART).