El Gobierno identificó lo que el pasado lunes provocó que el dólar mayorista se disparara hasta rozar los $1.400 y que obligó al Ministerio de Economía a ajustar su estrategia: según el secretario de Finanzas, Pablo Quirno, la responsabilidad recae en “un banco de origen chino”. La maniobra generó un fuerte ruido político y llevó al equipo económico a tomar medidas para estabilizar el mercado y comunicar de manera transparente sus intervenciones.
“El lunes, durante dos horas, con 30 millones de dólares, un banco de origen chino trató de levantar (y lo hizo) el precio del dólar, lo levantó 40 pesos con un volumen muy chico”, explicó Quirno en A24, al contextualizar la situación. Según el funcionario, esta suba se produjo por “situaciones de iliquidez en el mercado” y no refleja una rotura del esquema cambiario. “Nosotros no estamos persiguiendo ni un nivel de tipo de cambio ni un resultado. Estamos generando condiciones de liquidez para que no pase que haya alguien que, por error o intencionalmente, me aumente 40 pesos el dólar con una posición de 30 millones de dólares”, agregó.
Tras este episodio, el equipo económico decidió “blanquear” su intervención, una estrategia que implicó reconocer públicamente las acciones que ya venían realizando para estabilizar la divisa. Hasta ahora, el Banco Central operaba dentro de la banda cambiaria, vendiendo dólares cuando el tipo de cambio superaba el techo y comprando cuando caía por debajo. Actualmente, la banda se ubica entre $954 y $1.467, y el lunes la cotización mayorista alcanzó $1.372, apenas un 5,4% debajo del límite superior. “Acá no hay rotura del esquema de bandas, el BCRA seguirá comprando en el tope y vendiendo en el piso de la banda, eso nada ha cambiado”, subrayó Quirno.
El funcionario defendió la transparencia de la medida ante el Fondo Monetario Internacional (FMI). “El Tesoro va a trabajar para prevenir esos periodos de falta de liquidez que generan mayor incertidumbre y eso fue lo que anunciamos ayer, para ser totalmente transparentes y por eso hablamos con el Fondo, que estaba muy satisfecho con el nivel de transparencia”, indicó. Según fuentes oficiales, la comunicación con el FMI busca dar cumplimiento a la recomendación del organismo de aumentar la claridad sobre el esquema monetario argentino.
En respuesta a los señalamientos, el principal banco chino que opera en Argentina, ICBC, afirmó que “operamos en el mercado hace muchos años, con idoneidad y respeto por las normas regulatorias. Seguiremos apoyando y acompañando las medidas enfocadas en el crecimiento del país”. Otros bancos chinos con presencia en el país, como Bank of China, también mantienen operaciones locales, aunque no emitieron comentarios oficiales sobre el episodio.