El diputado del PRO, Gabriel Chumpitaz, presentó un controvertido proyecto para reconvertir el predio de la exESMA, actual Sitio de Memoria por los crímenes cometidos durante la última dictadura militar, en un centro de formación para Fuerzas Armadas y Bomberos enfocado en emergencias y catástrofes. La iniciativa, que aún no cuenta con el aval formal de su bloque, fue presentada en la Cámara de Diputados como un pedido a la Legislatura porteña para que analice la posibilidad de ceder esas tierras con fines operativos.
Chumpitaz argumentó que su propuesta no busca cerrar el museo, sino retirarlo como “un gesto de pacificación” para poder “contar la verdad completa sobre la década del 70”. Según expresó en diálogo con Clarín, su intención es que “se transforme la ESMA en un espacio completo donde se hable de todas las víctimas”. En esa línea, sostuvo que la iniciativa representaría “un gesto de sacrificio que hay que hacer” y que el actual uso del predio “está tomado por un sector político”. Pese a no haber visitado nunca el lugar, lo describió como “emblemático para las Fuerzas Armadas” y remarcó que su ubicación es “estratégica”.
La propuesta, sin embargo, enfrenta múltiples obstáculos, entre ellos, el reconocimiento internacional del predio: en 2023, el Museo Sitio de Memoria ESMA fue declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO. Consultado sobre este punto, el diputado minimizó el impacto de esa calificación al señalar que “solo refiere al Casino de Oficiales”. Además, se mostró abierto a analizar otros lugares alternativos si su iniciativa no prospera, pero insistió en que el objetivo principal es construir “una memoria completa” y “cerrar esa grieta profunda” que divide a la sociedad.
Durante una entrevista en Radio con Vos, Chumpitaz reiteró que el actual enfoque del museo “divide a los argentinos, nos impregna de odio y pasado” y pidió “empezar a ver la memoria completa para que haya justicia verdadera”. También cuestionó la cifra de 30.000 desaparecidos, calificándola como “un relato”, y respaldó la decisión del Gobierno de desclasificar archivos de la dictadura. Sus dichos desataron un fuerte cruce al aire con el periodista Jairo Straccia, quien lo confrontó por minimizar el número de víctimas del terrorismo de Estado. “No sé para qué te llamé, te mando un abrazo”, cerró Straccia, tras comparar el discurso del diputado con una hipotética relativización del Holocausto en Alemania.
El proyecto presentado por Chumpitaz ha generado una fuerte controversia en el ámbito político y social. Mientras algunos sectores lo acusan de negar el genocidio perpetrado por el Estado durante la dictadura, otros lo respaldan como un intento de reconfigurar el espacio con una mirada más amplia sobre el pasado reciente. La iniciativa, sin embargo, se enfrenta a una memoria consolidada en el plano local e internacional, cuya resignificación difícilmente podrá darse sin resistencias.