OpenAI confirmó su interés en un centro de datos en la Patagonia, pero evitó respaldar las cifras millonarias anunciadas por el Gobierno

La jornada de ayer dejó al Gobierno en una posición incómoda luego de que varios de los anuncios que había impulsado en los últimos días no encontraran el eco esperado entre los actores involucrados. El caso más resonante fue el del proyecto tecnológico que OpenAI, empresa creadora de ChatGPT, confirmó públicamente para instalar un centro de datos en la Patagonia. Aunque el Ejecutivo había difundido que la inversión alcanzaría los US$ 25.000 millones, la compañía estadounidense evitó por completo ratificar ese monto y, en cambio, habló de un entendimiento preliminar y condicionado. El contraste entre ambos relatos generó dudas sobre el alcance real de la iniciativa y abrió un debate sobre la comunicación del Gobierno en torno a las inversiones extranjeras.

La controversia tomó forma horas después de que el ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, anticipara un “acuerdo comercial bastante inédito” vinculado a la reunión entre los presidentes Javier Milei y Donald Trump en Washington. Esa expectativa nunca se concretó. En paralelo, OpenAI publicó un comunicado en el que afirmó que la Argentina “tiene un gran potencial para albergar el primer proyecto Stargate en América Latina” y que la iniciativa “posicionaría al país como líder regional y global en inteligencia artificial, impulsando el crecimiento económico y expandiendo oportunidades en todo el país”. Sin embargo, la firma se limitó a señalar que existe “un acuerdo para explorar el proyecto”, una formulación mucho más cautelosa que la utilizada por el Gobierno argentino, que había vinculado la llegada de la inversión al Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI).

Según la versión oficial, la inversión proyectada alcanzaría los US$ 25.000 millones, distribuidos en distintas etapas: una inicial de US$ 7.000 millones y otra de US$ 10.000 millones. Ninguna de esas cifras fue confirmada por OpenAI. La empresa se concentró, en cambio, en detallar el esquema institucional y energético detrás del proyecto. Explicó que Stargate Argentina “está siendo liderado por Sur Energy”, una compañía que participó de reuniones la semana pasada en Buenos Aires con Milei, miembros del gabinete y ejecutivos de OpenAI encabezados por Chris Lehane, director de Asuntos Globales. Además, señaló que Sur Energy cerró acuerdos con Central Puerto y Genneia para garantizar el suministro de energía, y que esta última ya firmó un Memorando de Entendimiento para integrar el proyecto mediante provisión de energía renovable.

El único punto en el que ambas partes coincidieron plenamente fue en el respaldo explícito del CEO de OpenAI, Sam Altman, al presidente argentino. “La visión del presidente Milei sobre cómo la IA puede impulsar el crecimiento y la creatividad de Argentina es inconfundible y fuerte. Stargate Argentina ayudará a hacer realidad esa visión”, afirmó Altman. La compañía también destacó el “gran potencial” del país por su matriz de energías limpias y subrayó que Argentina ya presenta un notable nivel de adopción tecnológica, con millones de usuarios semanales de ChatGPT y una comunidad de desarrolladores en plena expansión. Mientras tanto, la ausencia de definiciones económicas concretas mantiene abierta la pregunta sobre el verdadero alcance del proyecto y sobre el modo en que el Gobierno comunica las inversiones que espera atraer.