El oficialismo argentino se embarca en una semana crucial en el Congreso, con el objetivo de lograr un acuerdo con los bloques dialoguistas para sancionar el proyecto de ley de “Bases” que contempla una amplia reforma del Estado y la privatización de varias empresas públicas. La sesión especial para discutir este proyecto aún no ha sido solicitada por La Libertad Avanza (LLA), pero se espera que se realicen conversaciones con los bloques disidentes que firmaron el dictamen de mayoría.
El presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, encabezará las negociaciones este lunes con los bloques del Pro, la UCR, Hacemos Coalición Federal e Innovación Federal, después de que el ministro de Economía, Luis Caputo, retirara del proyecto el paquete fiscal. Esta decisión evita la discusión sobre aspectos sensibles como el aumento de las retenciones agropecuarias y el nuevo mecanismo de ajuste de las jubilaciones, que habían generado resistencia en ciertos sectores.
A pesar del retiro del paquete fiscal, aún persisten diferencias significativas entre el oficialismo y los bloques opositores. Los gobernadores de Juntos por el Cambio (JxC), así como legisladores de UCR, PRO, Hacemos e Innovación, rechazan ciertos aspectos del proyecto, lo que hace imprescindible el diálogo para llegar a un consenso. Además, se espera que el radicalismo debata internamente sobre su postura, ya que algunos de sus miembros se oponen al proyecto.
El proyecto de ley de “Bases” contempla una serie de medidas controvertidas, como la delegación de facultades al Poder Ejecutivo, la privatización de empresas públicas y la reforma del Estado. Estos puntos generan debate tanto dentro como fuera del Congreso, con posturas encontradas sobre el alcance y la viabilidad de las propuestas.