Negociar, exigir y visibilizar la ambición profesional fueron algunos de los ejes centrales del panel “Mujeres líderes”, un encuentro que reunió a cuatro destacadas empresarias argentinas en el marco del ciclo Visión 360° de Clarín. La charla abordó en profundidad la brecha de ingresos y las condiciones laborales desiguales entre mujeres y hombres, y contó con la participación de Mariel Peitiado, presidenta de la Cámara Argentina de Organizaciones de Investigación Clínica (CAOIC); Ana Vainman, directora ejecutiva de AFARTE; Gala Díaz Langou, directora ejecutiva de CIPPEC; y Cecilia Giordano, fundadora de CG Consulting. Moderado por Carolina Amoroso, el diálogo resaltó tanto los desafíos como los avances en la lucha por la igualdad de género en el ámbito empresarial.
Según datos del INDEC, la brecha salarial en Argentina todavía alcanza el 26,2% a favor de los hombres, y apenas el 17,5% de los cargos jerárquicos en las empresas son ocupados por mujeres, cifra que cae al 7% en presidencias de compañías, según un estudio de KPMG. Uno de los factores estructurales más importantes es la desigual distribución de las tareas de cuidado: “Las mujeres dedican en promedio seis horas y media diarias a estas tareas, mientras que los varones solo tres horas y media”, explicó Díaz Langou, quien también destacó cómo la maternidad impacta negativamente en las carreras femeninas, a diferencia de la paternidad, que suele favorecer ascensos y mejoras salariales. “Cuando nace el primer hijo, las mujeres tienen muchas más probabilidades de dejar el mercado laboral o de tener interrupciones en su carrera. En cambio, a los varones les pasa exactamente lo contrario”, señaló.
El debate también abordó la relación con el dinero y la ambición, temas que las mujeres suelen evitar en el mundo corporativo por prejuicios culturales. “Nunca una mujer me llamó para preguntarme si estaba bien paga”, reveló Giordano, quien ahora se dedica a mentorizar para que más mujeres aprendan a negociar mejor sus salarios. “Es importante hablar de plata, ponerle valor a nuestro trabajo y animarse a invertir”, agregó Vainman. En tanto, Díaz Langou advirtió que la brecha no es solo salarial, sino también de ingresos, porque muchas veces las mujeres no llegan a realizar las mismas tareas o no ocupan los mismos cargos que los hombres. Además, Giordano remarcó que “nunca me animé a decir que era ambiciosa”, por el estigma negativo que suele rodear esa palabra cuando se aplica a mujeres.
En materia de cultura organizacional, las panelistas coincidieron en que es el principal obstáculo para avanzar en igualdad. “La doble vara con la que medimos el desempeño de una líder versus un líder varón persiste, pero cuanto más diverso sea el espacio de decisión, mejores decisiones se toman”, señaló Díaz Langou. Vainman sumó: “No siempre conversamos en el mismo tono en el que muchas veces conversan los hombres”. Y Giordano cerró: “No alcanza con sentarnos en una mesa si las reglas están diseñadas para que no podamos quedarnos. Queremos estar ahí, tomar decisiones y dejar huella”.