El presidente Javier Milei no escatimó en críticas durante su discurso inaugural en el Congreso de la Nación, caracterizando los últimos años como un “desastre económico” debido a un modelo empobrecedor y un excesivo gasto público. Afirmó que el populismo había dejado al país con una “brutalidad de herencia”, destacando la situación de los jubilados y la necesidad de reformas en el sistema. También arremetió contra la gestión anterior, señalando la falta de insumos médicos y la corrupción.
Milei anunció una serie de reformas ambiciosas, desde la eliminación de las jubilaciones de privilegio hasta medidas para combatir la corrupción y mejorar la transparencia en el Estado. Propuso obligar a los sindicatos a elecciones periódicas supervisadas y limitar los mandatos, así como reducir el financiamiento de los partidos políticos. También prometió una mayor austeridad en el gasto público, con la cancelación de la publicidad oficial y la reducción de contratos para funcionarios.
El presidente convocó a una unidad nacional, llamando a gobernadores y expresidentes a firmar un nuevo contrato social, el Pacto de Mayo. Anunció medidas para aliviar la carga fiscal de las provincias y advirtió que su gobierno no evitaría la confrontación si era necesario. Finalmente, pidió paciencia y confianza a los argentinos, instándolos a seguir adelante por el camino de la libertad y el cambio