Mercosur enfrenta desafíos comerciales tras la tensión con Estados Unidos

Este viernes, los cancilleres del Mercosur se reunieron en Buenos Aires para discutir la creciente tensión comercial con Estados Unidos, luego de las amenazas del presidente argentino Javier Milei de abandonar el bloque si no se le permitía firmar un acuerdo de libre comercio con el país norteamericano. Esta reunión se produjo en un contexto global complicado, marcado por los altos aranceles impuestos por Donald Trump a los productos de varios países, incluidos los miembros del Mercosur, lo que ha generado preocupación en los gobiernos sudamericanos. Según informaron fuentes cercanas, al finalizar el encuentro, los ministros acordaron flexibilizar las negociaciones de cada país con Estados Unidos, a fin de adaptarse a las nuevas condiciones comerciales impuestas por la administración republicana.

El comunicado emitido al final de la reunión destacó la necesidad de ampliar temporalmente la Lista Nacional de Excepciones al Arancel Externo Común hasta 50 códigos arancelarios. Además, se instruyó a los Coordinadores Nacionales de cada nación para implementar este entendimiento, respetando los procedimientos internos de cada uno. Los cancilleres también abordaron la modernización del Mercosur, un tema que seguirán discutiendo en una nueva reunión del Grupo Mercado Común, prevista para los próximos días 23 y 24 de abril, con un encuentro adicional de Cancilleres programado para el 2 de mayo. Mientras tanto, Argentina, que ostenta la presidencia del bloque hasta la cumbre de presidentes de julio, sigue liderando estas negociaciones en un contexto cada vez más complejo.

El texto oficial de la reunión subrayó el compromiso de los países miembros con la unidad del Mercosur y la necesidad de modernizarse para hacer frente a los desafíos de un panorama internacional cambiante. Entre los temas clave tratados, los cancilleres mencionaron las negociaciones con la Unión Europea, Singapur y la región de la EFTA (Islandia, Liechtenstein, Noruega y Suiza). A su vez, Argentina ha propuesto flexibilizar aún más el bloque, permitiendo que los países miembros puedan firmar acuerdos comerciales de manera individual con terceros Estados, algo que hasta ahora estaba restringido por los acuerdos fundacionales de 1991 y las normativas de 2000.

La situación también refleja las tensiones internas en la Cancillería argentina, que atraviesa un periodo de transición desde el despido de la canciller Diana Mondino. A pesar de esta inestabilidad, se ha logrado avanzar en propuestas clave, como la de crear un esquema de transparencia para permitir negociaciones exploratorias entre los países miembros, siempre manteniendo informadas a las partes involucradas. El embajador Luis Kreckler, quien lidera el equipo comercial de Argentina, ha sido clave en estas negociaciones, aunque la falta de un equipo comercial estable ha sido una de las principales críticas dentro del gobierno. De cara a los próximos meses, las decisiones que tome el Mercosur serán fundamentales para determinar cómo los países del bloque se adaptan a las nuevas realidades comerciales impuestas por actores globales como Estados Unidos.