El diputado nacional Máximo Kirchner hizo un comentario el pasado lunes que, aunque no fue explícito, parecía dirigido al gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof. En medio de una entrevista con los conductores Flavio Azzaro y Andrés Ducatenzeiler, el líder de La Cámpora recordó su infancia en Río Gallegos y, de manera indirecta, aludió a la polémica que rodea los textos de Educación Sexual que se utilizan en las escuelas bonaerenses. Estos libros, que han sido objeto de críticas por su contenido explícito, se encuentran en el centro de un debate que involucra a figuras del oficialismo y de la oposición.
“Me acuerdo que antes de que Néstor sea intendente, hubo una semana en que aparecimos dos o tres días con la luneta rota del auto, en un lugar chiquitito como Río Gallegos”, comenzó Kirchner, refiriéndose a anécdotas de su niñez. La conversación dio un giro cuando comenzó a relatar la época en que su familia recibía llamadas telefónicas, muchas de ellas “de mi vieja, por entonces con 33 o 34 años”, dijo Kirchner, aludiendo a las presiones que vivían en aquel entonces. En medio de estas historias, el diputado añadió: “Y yo no tenía acceso a los libros de Sileoni en ese momento. No sabía de qué se trataba nada”, dejando entrever que, en su juventud, no estaba al tanto de las controversias actuales.
La mención de los textos educativos es relevante dado que, la semana pasada, la vicepresidenta Victoria Villarruel generó un fuerte revuelo al publicar en sus redes sociales fragmentos del libro Cometierra, utilizado en las aulas de la provincia de Buenos Aires. En sus publicaciones, Villarruel calificó el contenido de “sexualmente explícito” y afirmó que no debía permitirse que los niños fueran expuestos a ese tipo de material. La vicepresidenta expresó que “los padres no deben permitir que se sexualice a sus hijos”, y arremetió contra Kicillof, señalando la responsabilidad del gobernador en este asunto.
El ministro de Educación bonaerense, Alberto Sileoni, rápidamente defendió los textos en cuestión, explicando que estos están orientados a la educación secundaria y superior, y que poseen guías pedagógicas que permiten un acompañamiento adecuado. Según Sileoni, aunque los libros incluyen escenas de contenido sexual, son materiales con un enfoque educativo y una interpretación guiada para los docentes.
El comentario de Kirchner parece reflejar las tensiones internas dentro del peronismo, especialmente entre él y Kicillof, con quien ha tenido diferencias públicas sobre la conducción del Partido Justicialista y las candidaturas dentro del espacio político. La mención de los libros y la educación sexual se suma a la creciente polarización dentro del oficialismo, que se ve reflejada no solo en el debate educativo, sino también en las disputas de poder en la provincia.