Las empleadas domésticas esperan definiciones: este jueves se reúne la Comisión Nacional de Trabajo

La Comisión Nacional de Trabajo de Casas Particulares (CNTCP) llevará a cabo este jueves 23 de enero su primera reunión paritaria del año. Durante este encuentro tripartito, compuesto por representantes sindicales, empleadores y el Gobierno nacional, se buscará acordar el próximo incremento salarial para las trabajadoras del sector. La base de las discusiones será el último aumento del 6%, que fue distribuido en dos tramos: 3,2% en septiembre y 2,8% en octubre de 2024.

A pesar de que dicho ajuste fue firmado en octubre, aún no se ha publicado la homologación en el Boletín Oficial, lo que deja los valores en condición de estimativos. “El aumento está acordado y firmado, falta que le den la publicidad correspondiente. Pero el aumento está firmado, con lo cual es obligatorio pagarlo. Y a los que no lo paguen aduciendo esa no publicación, las trabajadoras pueden firmar en disconformidad”, aseguraron fuentes sindicales. Este atraso en la oficialización ha generado incertidumbre tanto en empleadores como en trabajadoras, quienes esperan claridad sobre las escalas salariales definitivas.

Actualmente, los salarios mínimos de las empleadas domésticas permanecen congelados desde hace cuatro meses. Para las trabajadoras de la quinta categoría, que realizan tareas generales, el salario mínimo por hora es de $2.779,55 con retiro y de $2.997,03 sin retiro. En el caso de las supervisoras (primera categoría), los valores por hora ascienden a $3.351,37 con retiro y $3.670,70 sin retiro. Además, se aplican adicionales como el plus por antigüedad, que equivale al 1% por cada año trabajado, y un 30% extra para aquellas empleadas que laboran en zonas consideradas desfavorables, como las provincias de la Patagonia y el Partido de Carmen de Patagones.

En términos mensuales, los salarios mínimos varían según la categoría y las condiciones laborales. Por ejemplo, las trabajadoras de la quinta categoría con retiro perciben $340.930,60, mientras que las supervisoras sin retiro alcanzan los $465.872,32. Este panorama destaca la necesidad de que las paritarias definan rápidamente los ajustes salariales para adecuarlos a la inflación y garantizar el cumplimiento de los derechos laborales en un sector clave para miles de familias argentinas.