La sala “Alberto Ginastera” del Teatro Argentino de La Plata fue reabierta por el gobierno de la provincia de Buenos Aires en la noche del jueves, luego de haber sido sometida a una inversión de más de 350 millones de pesos para su puesta en valor. La sala, con capacidad para 1.780 espectadores y un escenario de 1.365 metros cuadrados, había sido cerrada en 2017 por el gobierno anterior para realizar obras de mantenimiento y refacción. “Esta sala está entre las cinco mejores de Latinoamérica y la encontramos destruida. Empezamos de afuera hacia adentro y hoy le devolvimos el corazón a este teatro”, dijo el gobernador Axel Kicillof durante la reapertura. La ceremonia contó con la presencia de la soprano Paula Almerares, la mezzosoprano Cecilia Díaz, el tenor Juan Carlos Vassallo y el barítono Hernán Iturralde, además de la participación de la orquesta y el coro estable y cuatro cantantes solistas que ofrecieron la Sinfonía N° 9 de Ludwig van Beethoven.
“El Teatro Argentino es un emblema de esta ciudad capital y de la provincia, y lo estamos poniendo de pie porque la cultura también es un derecho”, destacó el mandatario durante la reapertura, en la que también afirmó que la sala no será solo para ópera sino también para tango, murgas y otras formas de arte popular. Florencia Saintout, presidenta del Instituto Cultural de la Provincia, dijo que el gobierno está comprometido en apoyar no solo la lírica sino todo el arte bonaerense con artistas populares que tienen un gran talento y necesitan espacios que este gobierno les brinda.
El gobierno bonaerense llevó a cabo un plan de acondicionamiento termo-mecánico por un monto de 195 millones de pesos y trabajos de electricidad y oleohidráulica por 95 millones para lograr la funcionalidad integral del complejo artístico, que presentaba problemas de climatización, filtraciones e inundaciones, falta de calefacción, vandalización, iluminación deficiente, camarines inutilizables y desprendimiento de cielorrasos. Además, se mejoró el sistema de ventilación y remoción de aire, se acondicionó el escenario, se puso en funcionamiento el sistema de telones, se arreglaron los baños para el público y se removieron los escombros de la obra original, lo que mejoró la seguridad de los operarios y permitió trabajos subsiguientes. La reapertura de la sala fue recibida con entusiasmo por personalidades de la cultura, como la actriz Mirtha Busnelli y la actriz Thelma Fardin, quien destacó que la puesta en valor de la sala es algo muy valorable no solo para la cultura sino para la sociedad en general.
