La situación de la infancia en Argentina ha alcanzado niveles preocupantes según revela un informe reciente de UNICEF. La indigencia entre niñas y niños ha experimentado un aumento alarmante, llegando al 14,3% durante el primer semestre de 2023. Esto significa que alrededor de 1,8 millones de menores se encuentran en condiciones de extrema pobreza, una cifra que ha crecido en 250 mil en comparación con el año anterior.
De acuerdo con estimaciones adicionales del organismo, la situación empeoró hacia finales del año pasado, elevando el porcentaje de niñas y niños en situación de indigencia al 19,4%, lo que representa a 630 mil menores más viviendo en hogares que no pueden cubrir la canasta básica de alimentos. En paralelo, la pobreza monetaria afecta a una abrumadora mayoría del 57% de la población infantil, es decir, 7,1 millones de niños y niñas argentinos.
El presupuesto nacional destinado a la niñez ha sufrido un severo golpe, con una caída del 75% en términos reales, según revelan tres nuevos informes de UNICEF basados en cifras oficiales. Luisa Brumana, Representante de UNICEF Argentina, enfatiza la importancia del presupuesto como herramienta clave para garantizar los derechos de la infancia y la adolescencia. “Con esta información, buscamos contribuir a la toma de decisiones de los gobiernos y al cumplimiento de los planes de trabajo acordados con el Estado nacional”, declaró Brumana durante la presentación de los informes.
Sebastián Waisgrais, Especialista en Inclusión Social y Monitoreo de UNICEF Argentina, advierte sobre las proyecciones futuras si no se toman medidas urgentes. “De mantenerse las tendencias actuales, la prevalencia de la pobreza monetaria en la niñez y la adolescencia para el primer trimestre de 2024 alcanzaría valores en torno al 70%, mientras que la indigencia llegaría al 34%, con repercusiones en el bienestar actual y de largo plazo”, sostuvo Waisgrais. Es fundamental, según UNICEF, sostener y mejorar las partidas presupuestarias destinadas a las políticas de protección de ingresos a los hogares para evitar un deterioro mayor en las condiciones de vida de los niños y niñas argentinos.