La reciente escalada de la guerra comercial entre Estados Unidos y China ha generado un giro en los mercados internacionales, con Sudamérica, especialmente Brasil y Argentina, posicionándose como actores clave en el suministro de soja al gigante asiático. Tras la imposición de aranceles del 145% por parte de Estados Unidos sobre productos provenientes de China y la respuesta de Beijing con un aumento de los aranceles a 125% sobre las importaciones estadounidenses, los productores sudamericanos buscan aprovechar la oportunidad para incrementar sus exportaciones a China. La nación asiática proyecta importar este año unas 110 millones de toneladas de poroto de soja, lo que representa una demanda significativa en la que Brasil y Argentina esperan aumentar su participación.
Brasil, uno de los principales competidores de Argentina en este mercado, proyecta exportar alrededor de 105 millones de toneladas de soja, respaldado por una producción récord de 169 millones de toneladas. En contraste, Argentina, que se destaca por exportar principalmente subproductos como harina y aceite de soja, espera exportar 4,5 millones de toneladas de poroto. A pesar de la diferencia en volumen, Argentina tiene una ventaja significativa en la exportación de productos derivados. Para este año, el país proyecta embarcar 29,5 millones de toneladas de harina y 6,6 millones de toneladas de aceite, cifras que contrastan notablemente con las exportaciones de Brasil y Estados Unidos en estos productos.
Gustavo Idígoras, presidente de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA), explicó que Brasil podría ser el gran beneficiado a largo plazo si la guerra comercial entre China y Estados Unidos persiste. “Brasil tiene más volumen, es más barato porque la industria paga menos por el poroto y, por una cuestión de calidad de proteína, Brasil tiene 2 puntos más que Argentina, por eso nosotros no vendemos tanto a China”, señaló. Sin embargo, destacó que la clave para que Argentina pueda ganar terreno en este mercado radica en que China autorice la importación de aceite y harina de soja provenientes del país. “La gran estrategia de Argentina tendría que ser que China autorice la licencia de importación de aceite y harina de origen argentino”, subrayó Idígoras.
Además de la soja, Argentina también busca ganar protagonismo en los mercados de maíz y trigo. Aunque el país ya está habilitado para exportar estos productos a China, aún no se han firmado contratos formales con las empresas argentinas, lo que abre un espacio para el crecimiento. Este panorama de incertidumbre global, alimentado por las tensiones comerciales, ha provocado una semana de fuerte dinamismo en el mercado de soja, con Brasil y Argentina siendo los principales beneficiarios. La preferencia por la soja brasileña se ha acentuado, y los precios de la tonelada de soja en Chicago aumentaron, alcanzando los 383 dólares por tonelada. La incertidumbre sigue siendo alta, pero Sudamérica se perfila como un actor central en el abastecimiento global de soja.