La eliminación de la brecha cambiaria, uno de los reclamos históricos de los productores agropecuarios, no ha generado el esperado impulso en las ventas de soja tras la salida del cepo cambiario anunciada hace diez días por el Ministro de Economía Luis Caputo. En lugar de un aluvión de ventas, como se había anticipado, los efectos sobre el mercado han sido negativos para los productores. Aunque el dólar oficial experimentó un alza, los precios de la soja, tanto en el mercado disponible como en los futuros, comenzaron a descender debido a la dinámica del tipo de cambio y la cosecha que avanza en el campo. Catalina Ferrari, analista de mercados, explica que “con el correr de los días, el comienzo de la cosecha y la necesidad del productor de venta llevó a la baja del precio en pesos y la caída en la cotización del mercado a término”.
El presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Nicolás Pino, respondió recientemente a los comentarios del presidente Javier Milei, quien había instado a “liquidar rápido porque en junio vuelven las retenciones”. Pino aclaró que “los productores no son los que liquidan dólares, los dólares los liquidan los exportadores para comprarles los granos a los productores”. Este detalle subraya una de las complejidades del sector agropecuario, donde los productores no venden directamente sus dólares, sino que dependen de las decisiones de los exportadores para concretar la liquidación de granos.
El primer día tras la salida del cepo cambiario, los exportadores registraron un aumento significativo en las Declaraciones Juradas de Venta al Exterior (DJVE), alcanzando un total de 1.879.707 toneladas de granos, según la consultora AZGroup. Sin embargo, este aumento en las ventas no se correspondió con un incremento en las operaciones de los productores. Lorena D’Angelo, de AZGroup, explicó que “en los días siguientes, los volúmenes de ventas al exterior se normalizaron, mientras que las ventas de los productores se mantuvieron en niveles muy similares a los de las jornadas anteriores”. Este comportamiento cauteloso de los productores se debió a la expectativa de que el tipo de cambio fluctuara dentro de ciertos márgenes establecidos por el gobierno, lo cual no permitió compensar la caída de los precios en dólares a medida que avanzaba la cosecha.
La analista detalla que el valor de la soja en dólares experimentó una baja significativa tras el anuncio de la flotación cambiaria. La cotización pasó de 307 dólares por tonelada el día del anuncio a 280 dólares por tonelada el 16 de abril, lo que representa una caída del 8,98%. En términos de pesos, el precio pasó de $330.000 a $315.000 por tonelada. Esta caída en los precios locales es un reflejo directo de la presión ejercida por el avance de la cosecha y la entrada masiva de soja al mercado. A pesar de la liberación del tipo de cambio, el valor del dólar libre se mantuvo por debajo del dólar “blend”, lo que limitó las ganancias potenciales para los productores.