Tras una semana de fuertes movimientos financieros, el mercado cambiario parece haber encontrado algo de respiro. El dólar mayorista cerró el viernes en torno a los $1.326, su valor más bajo desde el 22 de agosto, impulsado por una ola de liquidaciones del agro y los anuncios económicos del Gobierno. Sin embargo, en la City porteña reina la cautela: aunque las medidas oficiales –como la suspensión temporal de retenciones y el apoyo del Tesoro estadounidense– trajeron alivio, los analistas advierten que la volatilidad podría persistir hasta las elecciones del próximo 26 de octubre.
El Gobierno celebró el ingreso de casi US$ 3.600 millones al mercado de cambios durante la última semana y espera otros US$ 3.000 millones entre lunes y martes. Este flujo extraordinario del sector agroexportador podría seguir presionando a la baja al tipo de cambio mayorista, cuyo volumen diario ronda los US$ 400 millones. Sin embargo, los operadores identifican dos factores que podrían impedir una caída abrupta del dólar. Por un lado, las compras del Tesoro, que ya habría adquirido unos US$ 1.700 millones en los últimos días. Por otro, la persistente demanda preelectoral y las nuevas restricciones impuestas por el Banco Central, conocidas como la medida “anti rulo”, que busca limitar la especulación con dólares financieros.
“Más allá de la euforia vivida estos días, el camino hasta las elecciones sigue siendo delicado”, advirtió Nery Persichini, economista de GMA Capital. Según explicó, “dado que el flujo favorable del agro tiene los días contados, las autoridades repensaron su estrategia cambiaria. En concreto, se decidió impedir la compra de activos contra MEP y CCL por 90 días luego de acceder al mercado oficial”. El objetivo, sostuvo, es “evitar presión en el dólar, particularmente a partir del ‘rulo’, que permitía ganarse la brecha con los dólares financieros”.
Desde la consultora LCG coincidieron en que el escenario podría volver a tensarse en las próximas semanas. “Hasta las elecciones habrá escasez de dólares, dado que desde el próximo lunes o martes se pinchará la oferta y probablemente se incremente la demanda. Esto último dependerá del nivel del tipo de cambio, de las tasas en pesos y del grado de incertidumbre”, indicaron. Además, advirtieron que “un dólar por debajo de $1.400 estimulará la demanda, porque se percibirá como barato, en tanto seguirá lejos del techo de la banda”.
En tanto, Martín Polo, economista jefe de Cohen, resaltó un punto positivo: “De cara a las elecciones vamos a ver a un Tesoro con más poder de fuego, el necesario como para defender el techo y no usar los dólares del FMI para esto”. Aun así, las consultoras financieras coinciden en que el panorama sigue abierto. “Por más que el Tesoro de Estados Unidos prometa dólares para llegar a las elecciones de octubre, la batalla aún no está ganada”, advirtieron desde Outlier.
Con el termómetro electoral y cambiario al rojo vivo, la City se mueve entre la expectativa y la cautela: el dólar retrocede, pero la estabilidad todavía está en disputa.