El mercado cambiario volvió a experimentar un respiro la semana pasada, con la brecha entre el dólar oficial y el paralelo reduciéndose a niveles cercanos al 23%, su punto más bajo en meses. Este ajuste se da en un contexto donde los activos argentinos continúan su repunte, impulsados por el viento a favor de los mercados externos. Sin embargo, en medio de este escenario positivo, surgen preguntas sobre cuánto tiempo podrá extenderse esta estabilidad, especialmente si se demora la tan esperada salida del cepo cambiario. Desde el Gobierno, han comenzado a dar “señales” sobre posibles movimientos en esta dirección, pero los analistas del mercado mantienen su cautela.
El dólar financiero acumuló una baja superior al 6% en las primeras tres semanas de septiembre, acompañado de una reducción del riesgo país que se aproxima a los 1.300 puntos básicos, uno de los niveles más bajos del último tiempo. Las acciones argentinas también registraron ganancias importantes, con el índice Merval alcanzando un incremento del 10% en dólares en lo que va del mes. A pesar de estos avances, la mirada de los expertos se mantiene en el corto plazo, con foco en la capacidad del Banco Central para acumular reservas y la posibilidad de que Javier Milei y Luis Caputo encuentren el “momentum” adecuado para avanzar con la flexibilización del mercado de cambios. “Aunque la salida del cepo no sea total, sería un paso hacia la normalización de la economía”, indicaron desde la City.
A pesar de los indicios de estabilidad, persisten dudas sobre si esta tendencia podrá mantenerse más allá de septiembre, cuando finalice el ingreso de dólares producto del blanqueo. Fernando Marull, economista de FMy Asociados, advirtió que “en octubre hay factores que pueden afectar la calma financiera: cuando deje de entrar la plata del blanqueo, la mayor demanda importadora y si se revierte el buen contexto global”. Por su parte, desde LCG señalaron que la “lentitud” en la baja del riesgo país refleja la incertidumbre del mercado sobre la capacidad del Gobierno para sostener esta situación sin reservas significativas. Aunque la baja de tasas de la Reserva Federal podría aportar cierto alivio, los analistas coincidieron en que no será suficiente para cambiar el panorama de forma radical.
A medida que el Gobierno busca avanzar en la unificación del tipo de cambio, la escasez de dólares en las reservas del Banco Central se perfila como el mayor obstáculo. “El gobierno tiene mayor espacio para avanzar en las cuestiones pendientes que lo acercan a la unificación cambiaria”, señalaron desde Delphos, pero aclararon que la falta de financiamiento externo puede limitar la acción. En este sentido, el ministro de Economía, Luis Caputo, afirmó que se están iniciando nuevas negociaciones con el Fondo Monetario Internacional para conseguir fondos frescos. “Las señales de normalización del mercado de cambios, como la vista esta semana con relación a compras de dólar financiero por parte de empresas, son indicios de que la salida del cepo, aunque lenta, es inevitable”, sostuvieron desde GMA Capital.