En una nueva demostración de su férreo control sobre el gabinete, el presidente Javier Milei ha designado a Juan Pazo como nuevo titular de la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA). La decisión llega tras la abrupta salida de Florencia Misrahi, quien ya enfrentaba cuestionamientos dentro del gobierno. Según fuentes oficiales, el cambio fue decidido en el círculo más cercano al presidente, conocido como el “triángulo de hierro”. “La decisión fue del Presidente y le dio la derecha a Toto para que ponga a personas de su extrema confianza, con Juan en ARCA, un líder de primera”, señalaron fuentes gubernamentales.
Misrahi había sido recomendada inicialmente por la esposa de Santiago Caputo, pero su gestión no logró consolidarse. La funcionaria incorporó solo a dos personas a su equipo, y en los últimos meses acumuló tensiones internas. El episodio final que precipitó su salida fue la polémica resolución 5607, que incluyó 15 nuevos códigos de actividad relacionados con la economía digital. Aunque el gobierno justificó la medida argumentando que buscaba gravar a youtubers e influencers, especialistas en tributación cuestionaron esa postura. “Quizás no lo estén viendo porque parece una resolución muy inocente, pero les cambia el nomenclador a actividades de compañías promovidas por la ley y las saca del régimen vigente. Es un golpe”, explicó un experto. La normativa también habría generado malestar en grandes empresas tecnológicas como Mercado Libre y Despegar, que no respondieron a los pedidos de comentarios.
La gestión de Misrahi enfrentó otros obstáculos desde octubre, cuando Santiago Caputo impulsó la designación de Andrés Edgardo Vázquez y José Andrés Vélis al frente de la DGI y la Aduana, respectivamente. Misrahi se negó a firmar sus nombramientos, lo que llevó a una situación inédita: ambos cargos fueron asignados por decreto presidencial. Este episodio reflejó las tensiones entre los distintos sectores del gobierno, especialmente entre el equipo de Caputo y el Ministerio de Economía. Ahora, Pazo asume el desafío de cerrar las internas dentro de ARCA y avanzar en una reestructuración que incluye un importante recorte de personal. Según lo previsto, el organismo deberá presentar su nueva estructura orgánica antes del 22 de enero, con un plan que apunta a reducir en más de 3.100 los empleados de la gestión anterior.
El futuro de ARCA será clave para la agenda económica de Milei, en un contexto donde las tensiones internas y los intereses externos siguen marcando el ritmo del gobierno.