En su primer viaje oficial a Estados Unidos, donde participará en la Asamblea General de la ONU y se reunirá nuevamente con Elon Musk, el presidente argentino Javier Milei volvió a generar polémica. Desde el aire, utilizando sus redes sociales, Milei arremetió contra los “degenerados fiscales”, a quienes culpó de afectar gravemente la economía del país. A través de una comparación entre el Emerging Markets Bond Index (EMBI) y el Producto Bruto Interno (PBI), el mandatario defendió que “la mejor política social es el equilibrio fiscal”. La declaración de Milei llega tras la reciente crítica del papa Francisco, quien en un evento en el Vaticano expresó que el Gobierno, “en vez de pagar justicia social, pagó el gas pimienta”, en alusión a la represión policial de las últimas protestas.
En su publicación titulada “Relación EMBI vs. PIB”, Milei explicó el impacto negativo que, según él, tienen las acciones de los “degenerados fiscales” en el riesgo país y la economía nacional. “Pedí a Federico Sturzenegger que midiera la relación entre el EMBI y el PBI”, anunció el presidente en su cuenta de X (ex Twitter). Según Milei, si el riesgo país regresara a los niveles previos al gobierno de Mauricio Macri, Argentina perdería aproximadamente un tercio de su PBI, lo que significaría una caída de 200 mil millones de dólares. Además, sostuvo que la intervención de los “degenerados fiscales” no solo reduce la actividad económica, sino que también provoca una devaluación del tipo de cambio real, afectando gravemente los salarios en dólares y multiplicando la pobreza en el país.
El presidente remató su análisis asegurando que “los degenerados fiscales, en su supuesto amor por los más pobres, solo consiguen multiplicarlos”. En su defensa del equilibrio fiscal como política social, Milei afirmó que este principio debe ir acompañado de una “presión fiscal descendente” y una política monetaria que ponga fin a la inflación. Su mensaje generó una rápida respuesta de sus seguidores en redes sociales, algunos de los cuales lo elogiaron y relacionaron sus comentarios con la reciente crítica del papa Francisco.
Las declaraciones del Papa tuvieron lugar durante un simposio en el Vaticano para conmemorar los diez años del primer encuentro de los Movimientos Populares. En su intervención, Francisco recordó una reciente represión en Argentina, en la que, según sus palabras, se utilizó “gas pimienta de primera calidad” contra obreros que reclamaban por sus derechos. “El Gobierno se puso firme y en vez de pagar la justicia social, pagó el gas pimienta”, sentenció el pontífice, en clara referencia a la administración de Milei. Aunque las críticas desde el Vaticano cayeron mal en la Casa Rosada, Milei ordenó a sus funcionarios que no respondieran al Papa, calificando sus palabras como una “opinión” que no influye en la agenda del Gobierno.
El vocero presidencial Manuel Adorni también buscó bajar el tono del conflicto, afirmando que “es la opinión del papa Francisco, que nosotros escuchamos y reflexionamos. No tenemos por qué compartir su visión sobre algunas cuestiones”. Al mismo tiempo, en una semana particularmente agitada para las relaciones entre Argentina y el Vaticano, el Papa recibió a la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, quien presentó los avances de la política social del Gobierno, entre ellos la reestructuración del programa “Potenciar Trabajo”.