En un discurso que precede a la asamblea anual del Fondo Monetario Internacional (FMI), la directora gerente del organismo, Kristalina Georgieva, puso a la Argentina como ejemplo de un programa de ajuste fiscal “drástico” que, según afirmó, podría convertirse en un activo político si logra el respaldo ciudadano. “Argentina está implementando un programa de ajuste drástico”, sostuvo, en referencia al plan económico del presidente Javier Milei. Y completó: “El éxito va a depender de lograr que la gente acompañe”. Su análisis fue realizado en un contexto de negociaciones clave entre el gobierno argentino, el FMI y el Tesoro estadounidense, con la mira puesta en un nuevo paquete de asistencia financiera que incluiría el uso de Derechos Especiales de Giro (DEG).
Georgieva remarcó que, en otras regiones del mundo, algunos gobiernos lograron sostener políticas de fuerte ajuste e igualmente fueron ratificados en las urnas. “En Europa del Este, hemos tenido ejemplos de líderes valientes que han llevado a cabo acciones muy difíciles, como recortar pensiones y salarios y ser reelegidos. ¿Por qué? Porque lograron que la gente acompañe. Existía la confianza de que era necesario hacerlo”, explicó. En este sentido, la funcionaria señaló que la continuidad del proyecto argentino dependerá de construir esa confianza social, en un año atravesado por una fuerte tensión política y económica, con elecciones legislativas pautadas para el próximo 26 de octubre y un revés reciente para el oficialismo en los comicios bonaerenses del 7 de septiembre.
La jefa del FMI también confirmó que está en conversaciones con el gobierno de Estados Unidos y organismos como el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo para elaborar un paquete de asistencia que impulse la estabilidad económica argentina. Según declaró a la agencia Reuters, una de las opciones en evaluación es que Estados Unidos preste parte de sus Derechos Especiales de Giro, los activos de reserva que administran los países miembro a través del organismo. Este mecanismo ya fue utilizado en 2023 con Qatar. “Este no es el primer programa, pero si me pongo mi sombrero de optimista, tal vez pueda decir que podría ser el último programa del FMI con Argentina”, afirmó Georgieva, aludiendo al prolongado historial crediticio del país con la institución.
La funcionaria subrayó que el gobierno de Javier Milei “ha tomado medidas decisivas para implementar reformas, reducir la inflación y crear un régimen regulatorio más amigable para el sector privado”. De cara a los próximos meses, la prioridad, según Georgieva, es “acumular reservas”: “Cuando el país pueda afrontar las obligaciones del servicio de la deuda y las presiones internas, con una sólida posición de reservas, entonces, por supuesto, podrá continuar implementando sus programas y mantener a la población argentina comprometida”. Expresó además un deseo personal respecto al futuro: “Mi sueño es que Argentina se valga por sí sola. Tiene todos los ingredientes para prosperar. Lo que le faltaba era en el ámbito político”.
El vínculo entre el FMI, el Tesoro de Estados Unidos y Argentina se fortaleció en los últimos días, en el marco de la misión oficial que el ministro de Economía, Luis Caputo, lleva adelante en Washington. El viernes, Georgieva reveló que mantiene una coordinación activa con Scott Bessent, secretario del Tesoro norteamericano, a través de Dan Katz, exjefe de gabinete del Tesoro y flamante número dos del FMI. “Excelente conversación con Scott Bessent sobre la coordinación del apoyo a las reformas integrales de Argentina. Conversamos sobre los amplios planes de asistencia financiera de Estados Unidos, incluyendo el uso de las tenencias estadounidenses de DEG”, escribió en su cuenta de X. El lunes, Georgieva insistió en que trabaja en “estrecha colaboración” con el gobierno argentino y socios internacionales para “promover la estabilidad macroeconómica y el crecimiento”, a la espera de las reuniones formales durante la próxima asamblea del Fondo.
