El sorpresivo triunfo del oficialismo en las elecciones generó un verdadero “cisne blanco” para los mercados argentinos, que reaccionaron con una contundente ola de compras apenas se conocieron los resultados. Los inversores, que durante semanas se habían protegido ante una eventual derrota del Gobierno de Javier Milei, se volcaron con fuerza a los activos locales en la rueda “nocturna” de Wall Street. Allí, las acciones argentinas llegaron a registrar subas de hasta 17%, marcando el inicio de lo que los analistas ya definen como un rally impulsado por el alivio político y el renovado respaldo de Estados Unidos. El cambio de clima podría reflejarse este lunes en la City porteña con fuertes alzas en acciones y bonos, acompañadas por un recorte del tipo de cambio, que hasta el viernes se ubicaba cerca del techo de la banda cambiaria pese a las reiteradas intervenciones del Tesoro estadounidense.
El primer termómetro del ánimo inversor fue el dólar cripto, que cayó abruptamente apenas cerraron las urnas. En exchanges y billeteras digitales la baja se sintió con fuerza: pasadas las 22, la cotización retrocedía más del 8% en Lemon, ubicándose en $1.440. La expectativa en el mercado es que, desde el lunes, esta tendencia se traslade al mercado oficial de cambios, impulsada por ventas de ahorristas y empresas. El analista Francisco Mattig, de One 618, explicó el fenómeno: “La reacción del mercado va a ser exageradamente optimista porque venía con muchísimo miedo, sobrecubierto y muy pesimista. Apenas hubo un pequeño rally los últimos días, pero no se asemeja a los números que vimos hoy con el escrutinio”. Y agregó: “Imagino a los bonos yendo a operar cerca de los máximos que tocaron en enero, porque además a todo esto se suma la confirmación del apoyo de EEUU, entonces es una bomba tremenda”.
Hasta este domingo, los bonos en dólares acumulaban una caída de casi 24% en lo que va del año. Para Pedro Siaba Serrate, de PPI, esta corrección podría revertirse con rapidez: “La deuda hard dollar, siguiendo la tendencia de bonos emergentes y su propio beta, debería estar casi 19% por arriba del nivel del viernes. Si le sumamos el apoyo de Estados Unidos, esa brecha se puede recortar significativamente”. En la misma línea, Santiago López Alfaro, de Dracma Investments, pronosticó un fuerte repunte: “Van a volar bonos y acciones. Estaba muy sobrevendido el mercado y muy comprado en dólares. Argentina debería ir a números financieros que se condigan con su situación económica”. Para el analista, los fundamentos macro ya estaban alineados: “La situación económica no es mala. Lo que había era un problema político, de expectativas, pero la economía crece, tiene superávit fiscal, superávit comercial, no justificaba tanto castigo”.
López Alfaro también anticipó una brusca caída del riesgo país, que el viernes cerró en 1.081 puntos. Según sus cálculos, el índice podría descender rápidamente a la zona de los 500 puntos, lo que aceleraría el regreso de Argentina a los mercados internacionales de crédito. Más allá del festejo inicial, los operadores estarán atentos esta semana a la evolución de las reservas y a la normalización de las tasas de interés. El economista Gabriel Caamaño Gómez, de Outlier, prevé una corrección significativa del tipo de cambio: “El viernes cerró a $1.492, podría bajar hasta los $1.350: a esa zona cayó con la eliminación transitoria de DEX y con el apoyo del Treasury”, sostuvo.
De cara al nuevo escenario político, Caamaño subrayó los desafíos que deberá encarar el Gobierno: “Ahora debería profundizar el diálogo con los gobernadores y armar una agenda de reformas por vía legislativa. Encarar la sanción del presupuesto 2026 y reformular, como mínimo, la cuestión monetaria: volver a la integración de encaje semanal o mensual e instalar una ventanilla de liquidez para el sistema financiero”. Con el alivio electoral impulsando a los mercados y el apoyo externo como respaldo adicional, el lunes se perfila como el inicio de una semana clave para evaluar si el “cisne blanco” marca un nuevo rumbo o un alivio pasajero para los activos argentinos.