El proyecto de Presupuesto 2026 enviado por el presidente Javier Milei al Congreso propone un cambio de fondo en el sistema de Asignaciones Familiares: elimina la movilidad automática que las actualiza por inflación y otorga al Poder Ejecutivo la potestad de definir los incrementos de manera discrecional. Según el texto oficial, el artículo 73 establece: “Derógase los artículos 1°, 3° y 4° de la Ley N° 27.160”, los cuales garantizaban la movilidad de los montos y los topes de ingresos familiares para acceder a estos beneficios.
La medida alcanzaría a todas las prestaciones incluidas en el régimen de Asignaciones Familiares (AAFF): las asignaciones por hijo, por hijo con discapacidad, prenatal, por ayuda escolar anual, por nacimiento, por adopción, por matrimonio, la Asignación Universal por Hijo (AUH), la asignación por embarazo y por cuidado de la salud integral. En caso de aprobarse, los aumentos dejarían de depender del índice de precios al consumidor (IPC) y pasarían a ser definidos por decisión del Ejecutivo.
El abogado en Seguridad Social Aníbal Paz advirtió que “el proyecto de ley de presupuesto pretende eliminar la movilidad automática de todas las AAFF. Esto supone que el Ejecutivo se reservaría para sí la potestad de dar aumentos discrecionales a las asignaciones”. Y agregó: “No solo la cuantía de las AAFF quedaría sin movilidad automática, sino también la actualización de los límites y rangos de ingresos familiares. En esta discrecionalidad es posible esperar que el Ejecutivo haga correr las AAFF por debajo de la inflación, para lograr algún ajuste”.
Hasta ahora, los montos se actualizaban por inflación según el Decreto 274/24. Sin embargo, el Gobierno ya había mostrado su disposición a intervenir de manera selectiva: apenas asumido, en diciembre de 2023, dispuso un incremento del 100% exclusivamente para la AUH mediante el Decreto 117/2023. Este aumento excepcional, dirigido a familias informales o monotributistas sociales, fue uno de los factores que explicaron la reducción de los índices de pobreza e indigencia entre hogares con hijos.
De acuerdo con datos oficiales, en mayo de 2025 el régimen de Asignaciones Familiares alcanzó a 9,4 millones de beneficiarios, de los cuales 8,4 millones corresponden a asignaciones por hijo. La AUH sigue siendo la de mayor cobertura, con 4,1 millones de perceptores, seguida por las asignaciones por hijo para trabajadores en relación de dependencia (2,9 millones). En noviembre de 2023, en cambio, el sistema llegaba a 10,4 millones de beneficiarios, lo que implica que un millón de niños dejaron de percibir la asignación en los últimos 18 meses.
La principal causa de esta caída, según el informe, fue la reducción del tope de ingresos familiares que habilita el cobro del beneficio. “En diciembre de 2023, ese tope era de $3.960.000 por grupo familiar; en marzo de 2024 se redujo a $2.154.806, lo que achicó además el gasto social”, detalla el relevamiento. A esto se sumó la pérdida de puestos de trabajo registrados: entre noviembre de 2023 y mayo de 2025, el total de asalariados formales descendió de 9.870.069 a 9.622.923, una baja de 247.146 empleos.
Con este cambio en la movilidad, el Gobierno busca mayor control sobre una de las partidas sociales más significativas del Presupuesto. Pero especialistas advierten que dejar la actualización de las asignaciones a decisión del Ejecutivo podría implicar una pérdida del poder adquisitivo de las familias beneficiarias frente a la inflación, afectando a millones de hogares con hijos en todo el país.