El Presupuesto 2025 enviado por el presidente Javier Milei al Congreso comenzará a debatirse en octubre, pero ya enfrenta un clima de desconfianza y tensión política. La oposición sospecha que el Gobierno no tiene verdadero interés en que el proyecto sea aprobado, y exige la presencia del ministro de Economía, Luis Caputo, en las discusiones. “No lo pueden volver a prorrogar”, advierten desde la oposición, dejando en claro que un nuevo aplazamiento sería inaceptable para muchos sectores.
El debate arrancará el 1 de octubre en la Comisión de Presupuesto, presidida por José Luis Espert. El oficialismo estima que las discusiones se extenderán por al menos dos meses, con la participación de varios expositores. Aunque el Ejecutivo ha propuesto que los encargados de responder las preguntas de los legisladores sean Carlos Guberman, secretario de Hacienda, y Pablo Quirno, secretario de Finanzas, la oposición insiste en que sea Caputo quien dé las explicaciones necesarias. “Esperamos que el Ministro explique en el Congreso cómo diseñó el Presupuesto. Ello permitiría confiar en el plan que propone”, señaló Oscar Agost Carreño, legislador del bloque Encuentro Federal.
Sin embargo, Caputo ha evitado asistir al Congreso desde que protagonizó un escándalo durante el gobierno de Mauricio Macri, cuando envió un polémico mensaje en un papelito a la diputada Gabriela Cerruti. Este antecedente parece complicar su retorno a las sesiones, lo que alimenta aún más las tensiones en torno al debate del presupuesto.
Sospechas y tensiones por la posible prórroga
Las dudas sobre las verdaderas intenciones del Gobierno en cuanto al Presupuesto surgieron desde el momento en que Milei presentó el proyecto en el Congreso. El pedido del presidente a los gobernadores de un ajuste de 60.000 millones de dólares encendió las alarmas, aunque luego esa cifra fue corregida a 20.000 millones de dólares en reuniones posteriores. “El recorte, por lo menos, tiene que ser de 20.000 millones de dólares”, declaró José Luis Espert, dejando entrever que la cifra inicial era exagerada.
A pesar de las correcciones, la confrontación entre oficialismo y oposición continúa. El proyecto de Presupuesto plantea metas ambiciosas pero difíciles de alcanzar, lo que ha generado dudas sobre su viabilidad. “Les conviene prorrogar y echarle la culpa a la casta”, sugirió un dirigente radical, mientras que un referente kirchnerista afirmó: “Cuesta creer que el Gobierno va a construir una mayoría a favor de esto”.
Algunos observadores más optimistas creen que el Gobierno no se atreverá a prorrogar el Presupuesto, ya que eso enviaría una señal negativa a los mercados y al Fondo Monetario Internacional (FMI). Sin embargo, desde el Ejecutivo no descartan esta posibilidad, y el vocero presidencial, Manuel Adorni, advirtió: “Si no se aprueba, deberemos seguir con el presupuesto del año pasado”.
La oposición advierte sobre el riesgo de una nueva prórroga
En la oposición, las advertencias son claras: no tener un nuevo Presupuesto sería un “acto de guerra” política. Algunos incluso amenazan con no renovar el mandato de Martín Menem como presidente de la Cámara de Diputados si el Gobierno decide extender el presupuesto vigente por otro año más. “No pueden volver a prorrogar sobre una prórroga”, señalaron fuentes opositoras, y aunque no está claro si esto es viable, la situación se está analizando con especialistas.
En los últimos años, hubo prórrogas en los presupuestos de 2020, 2022 y 2024. Aunque la Ley de Administración Financiera permite al Ejecutivo utilizar el presupuesto anterior si no se aprueba uno nuevo, la posibilidad de una nueva prórroga genera inquietud tanto en la oposición como en el propio oficialismo. Esta semana, la postal de seis gobernadores del litoral, reunidos en Corrientes para hacer valer el federalismo, muestra que la discusión está lejos de cerrarse. El desfile de mandatarios por la Casa Rosada será clave para definir el futuro del Presupuesto 2025.