La llegada de Donald Trump a la Casa Blanca ha generado expectativas encontradas en Argentina, particularmente en lo que respecta a la relación comercial entre ambos países. Si bien el presidente electo comparte afinidades ideológicas con su par argentino, Javier Milei, la implementación de medidas proteccionistas podría traer desafíos significativos para el comercio exterior de Argentina. A pesar de que el análisis es aún preliminar, la posibilidad de un enfoque más proteccionista por parte de la administración estadounidense podría afectar la competitividad de la economía argentina, que históricamente se ha sentido más cómoda dentro de un esquema multilateral.
El economista Ricardo Delgado, de la consultora Analytica, explicó que, aunque es prematuro anticipar las políticas de Trump, “se supone que va a ser más proteccionista en un mundo en el que la Argentina se siente más cómoda dentro del multilateralismo”. A diferencia de China, que es un gran consumidor de productos argentinos como alimentos, Estados Unidos no es uno de los principales mercados de exportación del país, siendo la Unión Europea y Brasil los principales socios comerciales. Sin embargo, una de las medidas que podría poner en aprietos a Argentina es un posible aumento de las tasas de interés en EE.UU., lo que fortalecería al dólar y presionaría a los precios de las commodities, afectando particularmente la soja, el trigo y el maíz, productos clave en las exportaciones argentinas.
Matías Battista, experto en Mercado de Capitales, advirtió sobre dos aspectos clave del impacto de Trump en la economía argentina. En primer lugar, destacó que la afinidad entre los gobiernos de Milei y Trump podría facilitar acuerdos más beneficiosos con organismos como el FMI. Sin embargo, también señaló que la política proteccionista de Trump podría derivar en una “potencial guerra comercial” que afectaría las relaciones globales. El fortalecimiento del dólar, anticipado por la suba de tasas en EE.UU., podría generar tensiones en toda la región, favoreciendo los bonos del Tesoro estadounidense y obligando a los capitales a trasladarse a un mercado más seguro, en detrimento de los países emergentes, como Argentina.
Marcelo Elizondo, director de la consultora DNI, también planteó un panorama mixto respecto a la administración Trump. Si bien reconoció que el proteccionismo podría ser un riesgo para las exportaciones argentinas, resaltó que “Estados Unidos es el tercer principal mercado de las exportaciones argentinas”, lo que representa alrededor de 6 mil millones de dólares anuales. No obstante, Elizondo sugirió que Trump podría ser más proteccionista con sus principales adversarios, como China, y quizás menos restrictivo con los países de América Latina. Además, las perspectivas de una mayor inversión extranjera podrían beneficiar a Argentina, especialmente si las políticas de Trump promueven la expansión de empresas estadounidenses en la región. Sin embargo, el economista advirtió sobre los riesgos asociados a una posible política fiscal que aumente el déficit público en EE.UU., lo que podría presionar aún más las tasas de interés y perjudicar a los mercados emergentes.