Tras una licitación de deuda que superó las expectativas, el Gobierno no solo logró captar US$ 500 millones para engrosar las reservas internacionales, sino que también obtuvo un excedente de pesos que ahora destinará a recomprar bonos en dólares en poder del Banco Central. Así lo anunció el secretario de Finanzas, Pablo Quirno, quien detalló que con 1,975 billón de pesos “extra”, el Tesoro comprará títulos AL30 y GD30 al BCRA, lo que implica una reducción de la deuda externa por un total de US$ 1.465 millones.
“El Tesoro ofrecerá comprar al BCRA sus tenencias de AL30 por valor nominal US$ 479 millones y GD30 por US$ 986 millones para su cancelación”, precisó Quirno en su cuenta de la red social X. De esta manera, se busca no solo reducir la exposición del Tesoro en dólares, sino también contribuir a mejorar el balance del Banco Central. Consultado sobre si estos bonos podrían utilizarse para intervenir en el mercado financiero, especialmente para contener el dólar MEP, el funcionario fue tajante: “No hay más brecha, no hay necesidad de intervenir y menos en el MEP”.
Desde el Gobierno aseguran que esta medida forma parte de una estrategia más amplia para generar señales de estabilidad macroeconómica. “El uso de pesos absorbidos del mercado para recomprar deuda en dólares al BCRA reduce la oferta de pesos, además de cancelar deuda del Tesoro”, agregó Quirno. En la misma línea, el economista Gabriel Caamaño, de la consultora Outlier, explicó que “lo que están intentando mostrar es una baja de la deuda en dólares del Tesoro, y con eso ayudar a que baje el riesgo país, lo que no viene sucediendo. Se sostiene cerca de 700 puntos básicos”. Actualmente, el riesgo país ronda los 678 puntos, y con estos niveles el costo de refinanciar deuda supera el 11% anual.
Los bonos que están en manos del Banco Central fueron adquiridos principalmente en el primer trimestre del año, en el marco de intervenciones cambiarias para contener la brecha entre los dólares financieros y el oficial, antes del levantamiento parcial del cepo. Solo en enero y febrero, el BCRA vendió bonos por US$ 1.915 millones, según consta en su Balance Cambiario.
La licitación del viernes fue ampliamente exitosa: se adjudicaron $6,367 billones frente a vencimientos sensiblemente menores, alcanzando un rollover del 167,59%. La demanda superó los $7,9 billones. Se colocaron letras y bonos en pesos con vencimientos entre julio de 2024 y junio de 2026, a tasas que van del 30,45% al 36,11% anual, lo que representó un rendimiento superior a la inflación esperada por el mercado.
En paralelo, el Gobierno reabrió el Bonte 2030 —instrumento con vencimiento en cinco años y opción de salida anticipada en 2027— como parte del paquete de medidas anunciadas para reforzar las reservas y cumplir con las metas del acuerdo con el FMI. Además, esta semana el Banco Central concretó una operación de “repo” por US$ 2.000 millones con bancos internacionales, que ya fue incorporada a las reservas netas. La Secretaría de Finanzas, por su parte, estableció un límite mensual de US$ 1.000 millones para la colocación de deuda en dólares destinada a instrumentos en pesos.