En medio de las movilizaciones del peronismo en Plaza de Mayo en apoyo a Cristina Kirchner tras su condena a seis años de prisión, el Gobierno de Javier Milei dio un fuerte anuncio sobre un grupo de ciudadanos rusos acusados de realizar campañas de desinformación contra Argentina. La Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) detectó a esta red, que según el Ejecutivo, tendría vínculos con un proyecto internacional de inteligencia de Vladimir Putin, conocido como el “Proyecto Lakhta”. La información fue dada a conocer este miércoles por el vocero oficial Manuel Adorni en una conferencia de prensa en Casa Rosada, luego de más de dos semanas sin contacto con los medios por la gira internacional del presidente Milei.
“La SIDE detectó a un grupo de residentes rusos en la Argentina que estaría realizando tareas sospechosas en favor de los intereses geopolíticos de Rusia, en estrecha colaboración con ciudadanos argentinos”, afirmó Adorni, vinculando esta denuncia a los recientes cambios anunciados en la Policía Federal por el presidente Milei y la ministra Patricia Bullrich. En su exposición, el vocero explicó que la investigación reveló la existencia de una entidad llamada “La Compañía”, ligada al gobierno ruso y asociada al “Proyecto Lakhta”, operación que estuvo liderada por el oligarca Yevgeniy Prigozhin, fallecido en agosto de 2023. “La Compañía tiene por objetivo formar un grupo de personas leales a los intereses de Rusia para desarrollar campañas de desinformación e influencia contra el Estado argentino”, sostuvo Adorni, y subrayó que “el país no será sometido a la influencia de ninguna otra nación”.
Según la información oficial, el líder de esta organización sería Lev Konstantinovich Andriashvili, ciudadano ruso radicado en Argentina, junto a su esposa Irina Iakovenko. Ambos serían los encargados de recibir financiamiento y coordinar las relaciones con colaboradores locales. El “Proyecto Lakhta”, lanzado hace una década por los servicios de inteligencia rusos, busca modificar comportamientos sociales mediante la influencia en redes sociales. Originariamente operaba en Rusia, pero desde 2014 comenzó a expandirse internacionalmente, generando polémica en Estados Unidos por su presunta interferencia en campañas presidenciales. En el país, esta red local estaría a cargo de “la creación y difusión de contenidos en redes sociales, la influencia sobre organizaciones civiles, fundaciones y ONG’s, el desarrollo de focus groups con ciudadanos nacionales y la obtención de información política en favor de Rusia”, detalló Adorni. El Gobierno además busca reforzar la Policía Federal para “reformar el perfil de los investigadores, capacitar al personal en técnicas investigativas e incorporar especialistas en abogacía, psicología social y ciencias de la computación”, en lo que consideran un paso clave para enfrentar estas amenazas.