La medida del Gobierno de eliminar temporalmente las retenciones al agro logró un impacto inmediato, aunque de corta duración. En apenas 72 horas, los exportadores del sector liquidaron el cupo total de US$ 7.000 millones previsto bajo el régimen de retenciones cero, según confirmaron la Cámara de la Industria Aceitera (CIARA) y el Centro Exportador de Cereales (CEC). Sin embargo, el Tesoro Nacional no logró aprovechar plenamente ese flujo: solo adquirió US$ 2.140 millones, menos de la mitad de lo que el mercado esperaba, lo que generó inquietud entre los analistas financieros.
El programa de retenciones cero comenzó el 23 de septiembre y buscaba aliviar la tensión cambiaria previa a las elecciones, tras semanas en las que el dólar había superado el techo de la banda y el Banco Central debió vender más de US$ 1.100 millones para contenerlo. Con esta jugada, el Gobierno resignó ingresos por alrededor de US$ 1.400 millones en retenciones, con el objetivo de sumar liquidez al mercado y estabilizar la cotización del dólar. El plan funcionó solo por unos días: el tipo de cambio mayorista bajó de $1.475 a $1.320, pero al cierre de la semana volvió a subir hasta los $1.424.
El economista Luis Secco señaló que “el Tesoro se habría hecho de un 37% de las liquidaciones de exportadores de los últimos seis días, es decir, unos US$ 2.140 millones de los US$ 5.738 millones totales”. Según advirtió, ese monto resulta “insuficiente por ahora para cubrir los vencimientos de deuda de los próximos cuatro meses”, ya que los depósitos en dólares del Tesoro en el Banco Central “no llegan a los US$ 3.000 millones”. Secco agregó con ironía que “sólo con tuits y fotos no alcanza” en referencia al próximo encuentro entre Javier Milei y Donald Trump, al advertir que “la duración del efecto de los anabólicos, si se abusa de ellos, es cada día más limitada”.
Por su parte, Gabriel Caamaño, director de la consultora Outlier, calculó que las compras del Tesoro ascendieron a US$ 2.157 millones. Según su análisis, el ingreso de divisas fue “algo menor a los US$ 6.300 millones esperados, probablemente porque los exportadores imputaron declaraciones juradas previas”. Además, explicó que la demanda privada “vio luz y también quiso entrar”, lo que redujo la porción que el Tesoro pudo absorber. Para Caamaño, este resultado “envía una señal pésima al mercado, porque ahora viene una merma fuerte por el lado de la oferta”.
El Gobierno enfrentó un dilema: mantener el tipo de cambio bajo control o aprovechar el ingreso de dólares para recomponer reservas. Ante la fuerte demanda de divisas, el equipo económico optó por convalidar un dólar en torno a los $1.380 antes que seguir interviniendo. Sin el impulso de las liquidaciones del campo, el Tesoro terminó vendiendo cerca de US$ 850 millones entre miércoles y viernes para contener la suba. Desde Portfolio Personal Inversiones (PPI) advirtieron que “con el fin del flujo extraordinario del agro, el terreno queda despejado para la demanda privada”, y que los próximos días podrían volver a presionar al tipo de cambio “hacia el techo de la banda cambiaria”.
En este contexto, el mercado mantiene la mirada puesta en los próximos movimientos del Gobierno y en las señales que surjan tras la reunión de Milei con Trump. Pero entre la expectativa y la volatilidad, los analistas coinciden en que la medida de las retenciones cero dejó un alivio momentáneo y un nuevo interrogante sobre la capacidad del Tesoro para sostener la estabilidad cambiaria en plena recta electoral.
