En una jornada marcada por expectativas y especulaciones, el dólar blue se mantuvo estable en $1.220, mientras que el dólar financiero registró una leve suba del 0,1%. Por su parte, las acciones y los bonos del mercado local continuaron con la mejora, llevando al riesgo país a acercarse nuevamente a la zona de los 600 puntos. A pesar del clima de incertidumbre, el Banco Central cerró la rueda sin anunciar modificaciones en la tasa de interés, que permanece en 32% anual desde diciembre pasado.
La atención del mercado estuvo centrada en la posible decisión del Banco Central respecto a las tasas, especialmente después del anuncio del Gobierno sobre la reducción del ritmo de devaluación mensual (crawling peg) al 1%, a implementarse a partir del próximo lunes. En este contexto, el Banco Central realizó compras por US$ 68 millones para fortalecer sus reservas, pero no confirmó cambios en la tasa de política monetaria. La ausencia de definiciones generó nuevas dudas entre los analistas, quienes esperaban un recorte para alinear las tasas con el nuevo ritmo de devaluación y la meta de inflación mensual del Gobierno.
Desde la consultora Outlier señalaron: “Se esperaba en la licitación del miércoles una definición a la baja de las tasas de interés, dado que no sólo se viene planteando la posibilidad desde el anuncio de desaceleración del crawl, sino que también el MECON utilizó instrumentos para tratar de que naturalmente bajen, como es establecer límites de emisión”. Sin embargo, los resultados no alcanzaron los límites de emisión esperados, lo que, según advirtieron, impidió que “el mercado baje la tasa por sobre demanda”.
El panorama actual se complica aún más debido al diferencial entre la tasa de referencia y el ritmo de devaluación, que se mantiene en 0,7%. Este margen sostiene el carry trade, pero también incentiva a las empresas a tomar préstamos en dólares. Desde la consultora Delphos anticiparon que “la demanda de financiamiento en dólares podría seguir en aumento”, ya que, con el crawling peg reducido al 1% mensual, el Banco Central debería recortar la tasa en 1.150 puntos básicos para mantener el spread actual, aunque estiman que la baja podría ser de unos 400 puntos básicos.
Ahora, la gran incógnita en el mercado es si el Banco Central decidirá ajustar la tasa en la última rueda de enero, durante la primera de febrero o si, por el contrario, postergará esta medida clave. Mientras tanto, las tensiones persisten y los operadores siguen atentos a las próximas señales de la autoridad monetaria.