Dólar estable y reservas en alza: el Gobierno acumula divisas tras emisión de deuda y enfrenta caída del Merval

Por cuarta rueda consecutiva, el dólar minorista se mantuvo en $1.200 en la cotización oficial del Banco Nación, mientras que el promedio del Banco Central cedió levemente a $1.999. En un contexto de estabilidad cambiaria pero sin intervención directa para la compra de divisas, el Banco Central logró engrosar sus reservas, impulsado por un ingreso millonario proveniente de la colocación de un bono. La emisión del Bonte 2030, concretada la semana pasada por el Ministerio de Economía, aportó US$1.000 millones que permitieron que las reservas brutas alcanzaran los US$38.817 millones.

A siete semanas de la salida del cepo cambiario, el Gobierno mantiene firme su postura de no comprar divisas en el mercado hasta que el dólar alcance el piso de la banda cambiaria. En cambio, optó por fortalecer sus reservas mediante la emisión de deuda: el bono colocado, con vencimiento en 2030 y una tasa de interés del 29,5%, se pagará en pesos pero fue suscripto en dólares por los inversores, lo que generó la entrada de divisas al Central. En este marco, el dólar mayorista registró un leve aumento del 0,1%, cerrando en $1.185, mientras que los dólares financieros mostraron una ligera recuperación. Por su parte, el dólar blue subió 1,7% a $1.180 tras varios días a la baja.

El mes de junio será clave para la evolución de las reservas, ya que se espera un ingreso adicional de al menos US$6.000 millones. Este flujo provendrá del desembolso de US$2.000 millones por parte del Fondo Monetario Internacional, otros US$2.100 millones de organismos multilaterales, y un préstamo REPO por US$2.000 millones de un pool de bancos. Según lo pactado en el acuerdo con el FMI firmado en abril, el Gobierno debía alcanzar para el 13 de junio una reserva neta positiva de US$8.800 millones; sin embargo, aún faltan unos US$4.000 millones para cumplir con ese objetivo. En respuesta, las autoridades lograron postergar esta meta para julio, mientras se negocia la llegada de una misión técnica a Buenos Aires en las próximas semanas.

Desde el sector financiero, analistas de Adcap Grupo Financiero señalaron que la colocación del bono “le permite al Gobierno acumular reservas sin presionar el tipo de cambio oficial, mientras el Banco Central intensificó recientemente intervenciones en el mercado de futuros para mantener expectativas bajo control”. No obstante, advirtieron que el financiamiento conseguido se realiza a “tasas inconsistentes” con un análisis sostenible de deuda basado en un crecimiento anual moderado del 3% al 4%. Además, remarcaron que los datos de recaudación fiscal reflejan una debilidad económica subyacente, incluso luego de ajustar por ingresos excepcionales del impuesto a las ganancias registrados en mayo de 2024.

En contraposición con la relativa estabilidad cambiaria, la Bolsa de Buenos Aires vivió una jornada negativa. El índice Merval cayó 4,4%, su mayor pérdida desde abril, mientras que los bonos retrocedieron en promedio un 1%. El riesgo país, indicador elaborado por JP Morgan que mide el sobrecosto de la deuda argentina, avanzó a 668 puntos básicos. La caída también afectó a los activos argentinos en Wall Street, especialmente los bancos, con pérdidas del 7,4% para Macro y BBVA, y del 7,3% para Supervielle. Desde Proficio Investment señalaron que “sin un driver claro fue una rueda negativa para los activos locales, cerrando en los mínimos del día con importantes bajas, operando a contramano de emergentes”.