Crisis Alimentaria Infantil en Argentina: 10 Millones de Niños y Adolescentes Comen Menos Carne y Lácteos

En medio de una profunda crisis económica y social, la situación alimentaria de los niños y adolescentes en Argentina se ha deteriorado drásticamente. Según la Octava Encuesta Nacional de UNICEF, publicada este miércoles, aproximadamente 10 millones de chicos y chicas en el país están comiendo menos carne y lácteos en comparación con el año pasado debido a la falta de dinero. En contraste, el consumo de fideos y harinas ha aumentado, reflejando un cambio preocupante hacia dietas menos nutritivas.

La encuesta revela que los ingresos de casi la mitad de los hogares con niños no son suficientes para cubrir los gastos básicos de alimentación, salud y educación. En este contexto, más de un millón de niños se ven obligados a saltarse alguna comida del día, como el desayuno, almuerzo, merienda o cena, debido a la insuficiencia de recursos. Este problema persiste incluso en hogares donde los adultos tienen empleo, ya que en siete de cada diez de estos hogares, la persona a cargo trabaja, y más del 60% lo hace de manera informal.

El impacto de la crisis se extiende más allá de la alimentación. Tres de cada diez familias han tenido que recurrir a préstamos o comprar alimentos a crédito, y más de la mitad de los hogares, que albergan a casi 7 millones de niños, han dejado de comprar ciertos alimentos por falta de dinero. “Frente a la insuficiencia de ingresos, las familias se endeudan, dejan de comprar alimentos nutritivos o medicamentos, lo cual empeora significativamente la calidad de vida de sus integrantes”, explica Luisa Brumana, Representante de UNICEF Argentina.

Además de la reducción en el consumo de alimentos nutritivos, el informe señala que en el 23% de los hogares se han dejado de comprar medicamentos, en el 32% se han reducido los controles médicos y odontológicos, y en el 41% se utilizan ahorros para gastos corrientes. En los sectores medios, un 9% de las familias ha tenido que desafiliarse de la prepaga o cambiar a los niños de escuela, y ha aumentado el uso de la tarjeta de crédito para la compra de alimentos.

UNICEF también destaca que más de la mitad de los hogares accede a alguna política de transferencias de ingresos del Estado. Sin embargo, el 68% de estos hogares encuentra que el dinero recibido no cubre ni la mitad de sus gastos. Sebastián Waisgrais, especialista en Inclusión Social y Monitoreo de Derechos de UNICEF Argentina, advierte sobre la caída del 25% en términos reales de las partidas presupuestarias de la Administración Nacional dirigidas a la niñez y adolescencia en los primeros cinco meses de 2024 en comparación con el mismo período de 2023.

“Esto hace necesario, una vez más, hacer un llamado a priorizar los recursos destinados a la infancia. Los incrementos del Apoyo Alimentario del Plan 1000 días del 41,5% y de la Prestación Alimentar del 8,6% recientemente otorgados, van en la dirección adecuada para proteger ingresos en contextos de vulnerabilidad”, añade Waisgrais. El especialista subraya la necesidad de estabilizar la economía, reducir la inflación y crear condiciones para un crecimiento sostenido que favorezca la creación de empleo protegido.

“Argentina viene atravesando hace años una crisis de dimensiones importantes, que se traducen en la actualidad en niveles muy elevados de pobreza e indigencia en la niñez junto con una situación de inseguridad alimentaria para millones de hogares con niñas y niños”, señala Waisgrais. “Blindar el presupuesto destinado a chicos y chicas es la mejor medida para enfrentar los riesgos sociales”, concluye el especialista.