El gobierno de Salta sigue en el centro de la polémica por su decisión de instalar un alambrado en la frontera con Bolivia, en la localidad de Aguas Blancas, como parte del Plan Güemes. La medida ha generado un fuerte rechazo por parte del gobierno boliviano, que expresó su descontento a través de un comunicado oficial. El interventor del municipio de Aguas Blancas, Adrián Zigarán, fue contundente en su respuesta y redobló las críticas contra Bolivia, asegurando que su postura fue “completamente desubicada”. Zigarán, en una entrevista con Futurock, comparó la reacción boliviana con las políticas de Donald Trump en la frontera de Estados Unidos con México, al señalar que “flashearon Donald Trump” al oponerse a lo que calificó como “una acción menor” destinada a “poner orden” en la zona.
El alambrado, que se instalará en un tramo de 200 metros desde la terminal de micros hasta los puestos de control del Puerto de Chalanas, fue avalado no solo por el gobierno salteño, sino también por el presidente Javier Milei. Zigarán justificó la decisión al señalar que, hace un mes, Bolivia había desplegado fuerzas militares en su lado de la frontera debido a un aumento de precios internos por la llegada de compradores argentinos. “Lo que ellos hagan de su lado no interfiere con lo que nosotros hagamos en el nuestro”, aseguró el funcionario. Sin embargo, la polémica no se detuvo ahí: Zigarán acusó al gobierno boliviano de no controlar adecuadamente la frontera, responsabilizándolos por el ingreso de “toneladas de cocaína todos los días”. Según él, la reacción de Bolivia frente al alambrado es “ridícula”, dado que, en su opinión, no se están tomando medidas efectivas para frenar el narcotráfico.
Por su parte, el gobierno de Bolivia emitió un comunicado en el que rechazó la medida, argumentando que los temas fronterizos deben ser tratados mediante “mecanismos de diálogo bilaterales establecidos entre los Estados”. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Bolivia expresó que “cualquier medida unilateral puede afectar la buena vecindad y la convivencia pacífica entre pueblos hermanos”. Este episodio se produce en un contexto de tensiones diplomáticas entre ambos países, que se incrementaron tras las denuncias realizadas por Patricia Bullrich en abril de 2024 sobre la presencia de grupos armados iraníes en territorio boliviano, cerca de la frontera con Argentina.
En defensa de la medida, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, justificó el alambrado como una medida para “cercar la droga y liberar a los ciudadanos”. Bullrich enfatizó que, con el Plan Güemes, se busca reforzar el control en una zona que considera “completamente descontrolada”, y destacó que la medida ayudaría a eliminar un “bypass” que permitía evadir los operativos de la Gendarmería Nacional. La ministra también compartió el apoyo del presidente Milei, quien, a través de sus redes sociales, reiteró que el objetivo es proteger a los argentinos del narcotráfico y poner fin al “desorden” en ese punto crítico de la frontera.