En marzo de 2025, las exportaciones argentinas hacia Brasil registraron una caída interanual del 17,5%, marcando el fin de una racha de nueve meses consecutivos de crecimiento en el comercio bilateral. Las ventas al país vecino sumaron US$ 1.006 millones, mientras que las importaciones provenientes de Brasil alcanzaron los US$ 1.586 millones, lo que implicó un fuerte incremento del 43,3% en comparación con el mismo mes del año anterior. El resultado fue un déficit comercial mensual de US$ 580 millones, según reveló un informe elaborado por la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC).
El balance de los primeros tres meses del año también refleja una tendencia desfavorable para Argentina: el saldo comercial acumulado con Brasil fue negativo en US$ 1.291 millones, una diferencia considerable respecto al déficit de US$ 76 millones registrado en el mismo período de 2024. Esta diferencia obedece a una combinación de factores, entre ellos, una fuerte suba en las compras argentinas a Brasil y una retracción en las ventas locales hacia el país vecino.
La caída de las exportaciones argentinas en marzo se explicó principalmente por la disminución en envíos de propano y butano licuado, vehículos para transporte de mercaderías, petróleo crudo y minerales bituminosos, productos hortícolas frescos y derivados de frutas y hortalizas, como cereales de harinas o fécula. Por el contrario, el aumento en las importaciones estuvo impulsado por la adquisición de automóviles de pasajeros, vehículos de transporte, autopartes, cacao y derivados, y también petróleo crudo y minerales bituminosos.
En el marco del comercio internacional, Argentina se posicionó como el cuarto proveedor de bienes para Brasil, detrás de China (incluyendo Hong Kong y Macao), Estados Unidos y Alemania, con exportaciones hacia el país vecino que alcanzaron los US$ 1.506 millones. Por otro lado, el mercado brasileño continúa siendo clave para Argentina, ya que el país se ubicó como el tercer mayor comprador de productos brasileños, superado únicamente por China y Estados Unidos.
Estos datos reflejan una creciente dependencia de productos manufacturados y materias primas provenientes de Brasil, mientras que la competitividad de las exportaciones argentinas sufre un retroceso en un contexto de restricciones internas, tipo de cambio y menor demanda externa. La evolución del comercio bilateral será clave en los próximos meses para evaluar el impacto real sobre la balanza comercial argentina y el desempeño del sector exportador.