El presidente de la Agencia Nacional de Telecomunicaciones (ANATEL) de Brasil, Carlos Baigorri, visitó Buenos Aires en el marco de las Jornadas Internacionales 2025 organizadas por ATVC y CAPPSA, donde expuso sobre “Un ecosistema digital competitivo para América Latina”. Hijo de padres argentinos y con una extensa trayectoria técnica en el organismo regulador brasileño, Baigorri conversó con Clarín y destacó que la política de “promoción de la competencia y las inversiones, con economías de escala” se ha convertido en una verdadera política de Estado en Brasil, sostenida a lo largo de distintos gobiernos. La prioridad, afirmó, es ampliar la conectividad, impulsar nuevas tecnologías y reducir barreras de entrada para nuevos jugadores del sector.
El funcionario explicó que el mercado móvil brasileño atraviesa un proceso de fuerte reorganización. “Teníamos cinco prestadores de telefonía móvil y, en los últimos tres años, hubo dos que fueron adquiridos por otros”, detalló. Actualmente, Vivo, Claro y Telecom Italia concentran la mayor parte del mercado, mientras que la subasta de 5G permitió la incorporación de cuatro nuevos operadores regionales. Según Baigorri, el despliegue de la quinta generación avanza con rapidez: la subasta de 2021 se diseñó con obligaciones estrictas de cobertura y un pago mínimo por las frecuencias —menos del 5% del valor estimado— para priorizar el tendido de infraestructura. El compromiso es que las 5.570 ciudades brasileñas tengan cobertura 5G hacia 2030. Sin embargo, reconoció un obstáculo clave: “Hoy hay mucha red 5G disponible, pero el uso de las personas no es tan acelerado… el más barato cuesta 200 dólares, así que el desafío es tener un teléfono 5G más popular”.
Baigorri subrayó que ANATEL no busca fijar un número ideal de operadores: “No es papel del regulador decidir cuántos operadores tiene que tener el mercado”. En cambio, el organismo se enfoca en garantizar un entorno abierto, con bajos costos de entrada y salida, para que nuevas empresas puedan competir. Según el presidente del regulador, esta estrategia generó un ecosistema robusto con más de 22.000 proveedores de banda ancha fija y un mercado donde la competencia impulsa mejores servicios. A la vez, planteó que la expansión de la conectividad enfrenta un desafío no solo tecnológico sino también cultural: “El 70% de los que no tienen Internet dicen que no la necesitan o no saben para qué sirve”. Citó incluso un caso en la Amazonia donde una comunidad indígena pidió retirar el servicio porque los jóvenes “solo querían ver porno o jugar todo el día”.
Consultado sobre la competencia entre operadores tradicionales y gigantes tecnológicos globales, Baigorri señaló que se trata de “un desafío para todos los reguladores del mundo”, ya que estos nuevos actores no siguen las mismas reglas ni obligaciones que quienes sostienen las redes. Adelantó que Brasil discute una reglamentación que establezca un uso adecuado y sostenible de la infraestructura: “La red es un activo compartido… como una carretera que necesita reglas para que todos puedan usarla de modo ordenado”.
Baigorri también habló de su candidatura al cargo de secretario adjunto de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), promovida por el gobierno de Lula da Silva. Aseguró que Brasil tiene la capacidad de actuar como puente en un contexto de fuertes tensiones geopolíticas: “Brasil demostró que habla con todos los países para encontrar posiciones comunes”. Destacó que 2.600 millones de personas en el mundo aún no tienen conexión a Internet y que la UIT debe trabajar para reducir esa brecha con criterios técnicos y equitativos. Sobre el uso de órbitas satelitales bajas y medias —como las empleadas por Starlink—, sostuvo que “la UIT necesita que esas órbitas espaciales sean usadas de manera equitativa entre todos los países”, para garantizar que, cuando naciones como Argentina, Brasil o India quieran desarrollar sus propias constelaciones, tengan acceso a esos recursos.
Perfil
Carlos Baigorri, de 41 años, es doctor en Economía por la Universidad Católica de Brasilia. Nació en Estados Unidos, pero es hijo de sanjuaninos y visita con frecuencia la Argentina. Lleva 16 años en ANATEL, donde ocupó múltiples cargos hasta asumir la presidencia en 2022, designado por Jair Bolsonaro. El actual gobierno brasileño impulsa su candidatura internacional en la UIT.
