El exjefe de la AFIP durante el gobierno de Cambiemos, Alberto Abad, respondió a las acusaciones que surgieron luego de la filtración de una lista de empresarios y dirigentes vinculados al kirchnerismo, que según algunas versiones, habrían recibido protección durante su gestión. Abad negó rotundamente estas afirmaciones y destacó que las medidas implementadas en el organismo durante su conducción estuvieron orientadas a evitar el uso político de la información fiscal. “Cómo pueden decir que protegimos, cualquiera que vea cómo terminaron las investigaciones de la AFIP sobre algunos de los personajes de esa lista sabe que es todo una mentira”, sostuvo Abad, al referirse a las investigaciones que se llevaron a cabo contra figuras de la política y los negocios cercanos al kirchnerismo.
Abad explicó que cuando asumió al frente de la AFIP, el organismo atravesaba una situación de “descontrol”, producto de la gestión de su antecesor, Ricardo Echegaray. Según el exfuncionario, gran parte de las bases de datos de la AFIP estaban infiltradas, y la información fiscal se filtraba o vendía, lo que generaba un uso indebido de estos datos con fines políticos. Ante esta situación, se implementaron medidas drásticas, como la auditoría interna, para proteger la información sensible de los contribuyentes. Se buscaba evitar que los funcionarios accedieran a datos sin una justificación adecuada, y en caso de que se detectara un acceso no autorizado, se abría un sumario interno. Esta estrategia tenía como objetivo asegurar que la información fiscal no fuera utilizada para fines ajenos a los intereses del organismo.
La gestión de Abad fue también marcada por denuncias de persecución política provenientes de sectores kirchneristas. El caso más emblemático fue el de Cristóbal López y Fabián De Sousa, empresarios cercanos al kirchnerismo, quienes denunciaron a Abad y a su equipo por presunta persecución. Las investigaciones fueron llevadas a cabo por la jueza federal María Servini, pero los funcionarios involucrados fueron finalmente sobreseídos o se les dictó falta de mérito. A pesar de estas denuncias, Abad insistió en que su labor estuvo centrada en combatir las filtraciones y en garantizar la protección de la información fiscal. Además, reveló que la lista elaborada por la AFIP durante su gestión incluía a una amplia variedad de personas y sectores, no solo políticos, sino también empresarios, periodistas y artistas, cuyo acceso a la información debía ser vigilado para evitar su mal uso. La filtración de esta lista, que fue revelada por el diario Clarín, se produjo en un contexto de tensiones políticas entre el oficialismo y la oposición, luego de que se conociera el ascenso de la esposa de Andrés Vázquez, jefe de la DGI, dentro de la ex AFIP, lo que sumó un nuevo capítulo a las críticas hacia el gobierno actual.