El Tesoro enfrenta su primera prueba tras las elecciones: busca renovar $12 billones y marcar el rumbo de las tasas en pesos

Mientras el mercado cambiario todavía intenta encontrar un nuevo punto de equilibrio luego del impulso financiero generado por el triunfo del oficialismo en las elecciones legislativas del domingo, el Tesoro afronta este miércoles un test decisivo. Se trata de la última licitación de deuda de octubre, en la que el Gobierno intentará renovar vencimientos cercanos a los $12 billones, evaluar el apetito inversor por instrumentos de cobertura cambiaria y enviar una señal firme respecto del rumbo de las tasas de interés en pesos. En la City hay consenso en que estas tasas deberían “normalizarse” después de semanas marcadas por una fuerte volatilidad, en las que la demanda de pesos se mantuvo fluctuante y el dólar mayorista mostró movimientos abruptos.

El menú de instrumentos fue presentado por el ahora flamante canciller Pablo Quirno y marca un giro en la estrategia oficial tras las elecciones. La oferta incluye dos nuevas letras vinculadas al dólar, que vencen el 28 de noviembre y el 30 de enero de 2026, además de cinco títulos a tasa fija con plazos que se extienden desde fines de noviembre hasta abril de 2027. La propuesta de mayor duración, especialmente en los Boncaps, fue interpretada por los analistas como una señal de confianza del Gobierno en su capacidad de administrar la deuda en pesos en el mediano plazo. “Ahora que el panorama para los próximos dos años es más claro y los riesgos electorales han quedado atrás, el Tesoro vuelve a ofrecer Boncaps con vencimientos superiores a un año, con el objetivo de extender el perfil de deuda en pesos”, analizaron en Max Capital. El operativo de licitación quedó en manos de Jorge Luis Daza, viceministro del equipo económico y posible sucesor de Quirno al frente de Finanzas.

En los días previos, el Banco Central llevó adelante una operación poco habitual: habilitó un swap con bancos para reducir el volumen de vencimientos, lo que alivió parcialmente la presión sobre la licitación de esta semana. Al mismo tiempo, desde el lunes el Gobierno salió a recomprar bonos en pesos —en especial las LECAP que vencen en febrero—, una jugada que inyectó liquidez adicional al mercado y provocó un rebote del dólar en el segmento mayorista. Con estas maniobras, el monto total a renovar descendió a $11,4 billones. En la licitación anterior, con el objetivo de no convalidar tasas consideradas excesivas, el Tesoro había tomado solo el 45% de lo ofertado, lo que liberó alrededor de $2,1 billones y contribuyó a incrementar la liquidez en la previa electoral.

De cara a este miércoles, la expectativa en el mercado es que el Gobierno adopte una postura similar y priorice no convalidar tasas demasiado altas, incluso si eso implica liberar más pesos al sistema. “Si bien será una prueba clave para medir la demanda de pesos y el nivel de rollover tras las elecciones, esperamos que el Tesoro priorice liberar liquidez al mercado en un contexto en el que las tasas se mantienen elevadas”, anticiparon desde Cohen. La licitación de hoy no solo buscará determinar si el oficialismo logra sostener el financiamiento en pesos, sino también marcar el tono del reacomodamiento financiero posterior a los comicios, en un escenario donde cada señal económica es observada con extrema atención por bancos, operadores y grandes inversores.