En un intento por llevar calma a los mercados en un contexto de tensión cambiaria, el ministro de Economía, Luis Caputo, defendió el rumbo económico del Gobierno y lanzó un fuerte mensaje político a pocos días de las elecciones legislativas. Desde la Bolsa de Comercio de Córdoba, el funcionario afirmó que el país “va a necesitar mayor gobernabilidad” para avanzar con las reformas laboral e impositiva, al tiempo que sostuvo que “un voto no kirchnerista que no vaya a La Libertad Avanza será un voto perdido”. En su exposición, el ministro también revisó sus declaraciones previas y reconoció que cambió de postura respecto de la relevancia de los comicios: “Me doy vuelta en esto, porque yo no creía que fueran importantes las elecciones de medio término: ahora pienso que son más importantes que las presidenciales de 2027”.
Caputo insistió en que el Gobierno busca habilitar una “segunda etapa” del programa económico, centrada en reducir regulaciones, mejorar la competitividad y promover la inversión privada. Según describió, las reformas tributaria y laboral resultan imprescindibles para destrabar “la maraña de regulaciones y trabas que el Estado le pone al empresariado”. De acuerdo con su visión, el apoyo electoral será determinante para sostener esta agenda. “Es muy importante el voto. No me gusta ser irrespetuoso, pero realmente siento que tengo que decirlo”, remarcó. También afirmó que el contexto internacional está atento al resultado electoral. “El mundo está mirando estas elecciones porque el mundo está mirando a la Argentina. El mundo quiere ver que nuestra gente revalida este curso”, aseguró, al destacar que hay inversiones pendientes a la espera de esa señal política.
Al ser consultado sobre el futuro del tipo de cambio tras los comicios, Caputo descartó alteraciones. “No va a pasar nada. El esquema se va a mantener exactamente igual. Vamos a mantener el esquema de bandas independientemente del resultado”, señaló. Para justificarlo, destacó que el Banco Central “está muy bien capitalizado” y que el tipo de cambio “está en un nivel absolutamente razonable”. El ministro también cuestionó las críticas sobre un eventual atraso cambiario: “¿Dónde se vio un país con récord de exportaciones con un tipo de cambio atrasado?”, interrogó, al comparar la situación actual con la salida del cepo durante el gobierno de Mauricio Macri. A su vez, defendió el programa fiscal del Gobierno y su impacto en la estabilidad: “Si vos tenés una economía fuerte, tenés una moneda fuerte”.
Durante la charla, Caputo profundizó sus diferencias con el kirchnerismo y cuestionó su modelo económico. Señaló que esa corriente política “cree que poniéndole plata a la gente, generando déficit financiado con emisión”, se puede impulsar el crecimiento, pero advirtió que esa estrategia deriva en depreciación de la moneda y presiones inflacionarias. “Toda esa sobreimpresión de dinero se traduce en una sobreoferta que hace que la gente empiece a rechazar la moneda”, explicó. También afirmó que las políticas populistas aplicadas en “16 de los últimos 20 años” demostraron ser “desastrosas”. En contraposición, defendió el rumbo actual con el argumento de que “ya sabés a dónde no hay que ir”.
En otro tramo, el ministro se refirió al nivel de reservas del Banco Central, uno de los puntos de debate en la campaña. Caputo sostuvo que al asumir heredaron “reservas netas negativas de 11 mil millones” y resaltó que hoy se ubican “positivas en 5 mil millones”. Aclaró, sin embargo, que no pudieron retener más dólares porque decidieron pagar deudas en lugar de defaultear. “Todos nos recomendaban defaultear y Plan Bonex, pero nosotros respetamos todas las deudas”, afirmó. También denunció un “ataque feroz de la oposición” sobre el tipo de cambio en los últimos meses y sostuvo que esa dinámica incidió en el freno de la actividad económica.
De cara a las elecciones, Caputo profundizó su mensaje político. Aseguró que “el kirchnerismo no tiene un proyecto de país, tienen un proyecto de poder” y planteó que este turno electoral será clave para consolidar una alternativa opuesta al populismo. “Para graduarnos de país serio… ahora pienso que las elecciones de medio término son más importantes que las presidenciales”, reiteró. Sobre el impacto de las tensiones políticas en la economía, utilizó una metáfora futbolera: “En el entretiempo estamos 10 a 7, pero con el equipo arriba. Si pasan las elecciones, se cuelgan del travesaño los rivales. Vamos con todo, vamos a ganar 20 a 10”.