Milei reafirma su programa económico antes de viajar a Washington y descarta cambios incluso ante una derrota electoral

A horas de emprender su viaje a Washington, donde será recibido por Donald Trump en la Casa Blanca, el presidente Javier Milei volvió a defender con firmeza el rumbo económico de su gobierno. En una entrevista concedida este lunes, el mandatario aseguró que mantendrá su plan aun si el oficialismo sufre un retroceso en las elecciones legislativas del 26 de octubre y sostuvo que el apoyo financiero de los Estados Unidos despejó los temores de un eventual incumplimiento de deuda. Consultado sobre un posible impacto negativo en los mercados ante una derrota de La Libertad Avanza, Milei fue categórico: “No voy a cambiar la política. La dirección es la correcta”, afirmó, ratificando su estrategia económica.

El Presidente destacó el paquete de asistencia anunciado por el Departamento del Tesoro estadounidense, que contempla más de US$ 20.000 millones y la intervención en el mercado local a través de compras directas de pesos. Según explicó, este respaldo funciona como un seguro ante eventuales turbulencias financieras. “Toda la estructuración que estamos haciendo con EE.UU. asegura que Argentina no va a tener problemas de liquidez”, señaló, y agregó que, en caso de que el mercado no acompañe una apertura del crédito, el país “va a poder contar con financiamiento de EE.UU. para poder rolear la deuda”, lo que permitiría, según sus palabras, “sacar de la cancha el fantasma del default”. Milei insistió en que Argentina “es solvente” y remarcó que, si persisten temores en el mercado, “aparece EE.UU.” como respaldo para garantizar los vencimientos.

En relación con las críticas que apuntan a una pérdida de soberanía por la creciente dependencia financiera de Washington, Milei desestimó esas objeciones al señalar que todos los bancos centrales del mundo operan con una “canasta de monedas”. También defendió la posibilidad de nuevas intervenciones en el mercado de cambios, al afirmar que “están todas las herramientas a disposición”. Además, ratificó los pilares de su programa: equilibrio fiscal, combate a la inseguridad, lucha contra la inflación y el narcotráfico, y un proceso de desregulación económica. Según el mandatario, existe un consenso político —con excepción del kirchnerismo— para avanzar en reformas tributarias, laborales y orientadas a mejorar la competitividad. “Esa agenda va a seguir de todas maneras”, sostuvo.

El jefe de Estado también se refirió a la necesidad de acuerdos con otros sectores políticos para impulsar transformaciones estructurales, especialmente en materia laboral y previsional. Para Milei, “más allá de la pirotecnia electoral, hay consenso sobre las reformas que Argentina necesita”, y aseguró que su gobierno está dispuesto a trabajar con “distintos agentes del cambio que están a favor de esta agenda”. Incluso anticipó que los procesos de negociación continuarán después de las elecciones: “Aun cuando hiciéramos una excelente elección, la negociación va a continuar”, adelantó. En clave política, volvió a marcar su distancia con el kirchnerismo y afirmó que “lo primero que tenemos que ponernos de acuerdo es el camino”, al tiempo que rechazó el rumbo del “castro-chavismo, el socialismo del siglo XXI”, al que definió como “un camino para atrás lleno de pozos”. No obstante, reconoció la existencia de un amplio espectro que comparte su visión de país y destacó que los matices dentro de esos acuerdos son parte del debate democrático. “Es sano que eso exista”, concluyó.