Reencuentro político: Kicillof visitó a Cristina Kirchner tras más de cien días de distancia

Después de semanas de especulaciones y versiones cruzadas, Axel Kicillof se reunió finalmente con Cristina Fernández de Kirchner en el departamento de la ex presidenta, ubicado en la calle San José 1111 del barrio porteño de Constitución. El encuentro, que se concretó este miércoles por la tarde, se dio en un contexto de tensión interna dentro del peronismo y en plena campaña electoral rumbo a las legislativas del 26 de octubre. Según fuentes cercanas a ambos dirigentes, la reunión fue “buena” y “constructiva”, aunque marcada por la prudencia y los silencios que reflejan la disputa por el liderazgo del espacio.

El gobernador bonaerense no veía a Cristina Kirchner desde las negociaciones por el cierre de listas. Tampoco habían tenido contacto después del triunfo de Kicillof en la provincia de Buenos Aires, lo que generó malestar entre los dirigentes más cercanos a la ex mandataria. “La voy a ir a visitar, porque han armado todo esto… Ningún problema con eso”, había dicho Kicillof semanas atrás, intentando descomprimir las versiones de un enfrentamiento político. La visita, que requirió una autorización judicial debido a la prisión domiciliaria de la ex presidenta por la causa Vialidad, se concretó tras más de cien días sin contacto directo.

Desde el entorno de Cristina Kirchner describieron la charla, que duró alrededor de una hora y media, como un “buen encuentro” en el que “hablaron de la situación nacional, internacional y de seguir sumando fuerzas para la elección de octubre”. La frase fue interpretada como una señal de unidad electoral, aunque sin ocultar las diferencias políticas que atraviesan al peronismo. En su momento, Kicillof había impulsado la idea de “listas conjuntas”, pero el lema de campaña finalmente derivó en el más amplio “sumar fuerzas”, que ahora ambos sectores retoman como consigna común.

Desde el equipo de Kicillof también calificaron la reunión como “constructiva” y con “la mirada puesta en ganar las elecciones de este mes”. Sin embargo, la falta de una fotografía oficial y el tono reservado del encuentro dejan en evidencia que el vínculo sigue siendo frágil. “Axel no necesita la foto ni nunca la usó a ella políticamente”, aseguró un funcionario bonaerense, justificando la decisión de no difundir imágenes. Fuentes cercanas al gobernador indicaron que la comunicación de la reunión quedó en manos de Cristina Kirchner, como gesto de respeto a su rol histórico dentro del espacio.

El gobernador bonaerense consolidó su centralidad política tras las elecciones provinciales de septiembre y busca mantener ese protagonismo de cara a los comicios nacionales. En el peronismo, uno de los debates más visibles gira en torno a cuánto peso darle al reclamo por la condena judicial de Cristina Kirchner. Mientras los sectores más alineados con la ex mandataria colocan ese tema en el centro de la campaña, Kicillof y sus candidatos optaron por mencionarlo de manera más lateral.

A pesar de las diferencias, voces cercanas a Cristina Kirchner no descartan un apoyo pragmático al gobernador en su proyección hacia 2027. “Lo hizo con Massa, porque pensó que podía ganar, aunque ella prefería a Wado (de Pedro)”, recordó uno de sus allegados. De todos modos, el camino hacia la próxima disputa presidencial se anticipa complejo. En un escenario de reacomodamiento interno y tensiones por el liderazgo, Kicillof deberá sostener su autonomía política sin romper los puentes con quien todavía conserva una influencia decisiva en el peronismo.