Esta semana, el Congreso dio el primer paso para intentar dejar sin efecto tres vetos del presidente Javier Milei, aunque para que la medida sea definitiva falta que la otra cámara se pronuncie. En el Senado, la oposición logró asegurar los números para sesionar el 2 de octubre y rechazar los vetos a la ley del Garrahan y al financiamiento universitario, mientras que en Diputados la situación se torna más compleja, especialmente en torno a la ley de Aportes del Tesoro Nacional (ATN), lo que representa un respiro para el Gobierno.
Para dejar sin efecto un veto presidencial, la oposición debe aprobar la insistencia de la ley con una mayoría de dos tercios de los votos. Es decir, el Ejecutivo solo necesita un tercio más uno para sostener su decisión. Esta semana, el Senado ya refrendó la ley de ATN con 59 votos a favor y solo 9 en contra, logrando 11 apoyos más de los 48 necesarios para alcanzar los dos tercios. Sin embargo, ahora el turno corresponde a Diputados, donde la oposición y los gobernadores no tienen asegurada la mayoría necesaria y dependen de que varios diputados cambien su postura. En la votación original de agosto, la ley de ATN obtuvo 143 votos afirmativos y 90 negativos, quedando la oposición a más de 20 votos de los dos tercios, mientras que el oficialismo superaba en cuatro votos el tercio necesario para sostener el veto.
En este escenario, la estrategia de la oposición dependerá del respaldo de los gobernadores. Desde una bancada federal señalaron: “Si ellos están para encabezar esa movida, acompañaremos como lo hicimos siempre”. Mientras tanto, un diputado opositor advirtió: “Iríamos al recinto en la medida que los gobernadores lo pidan y tengamos chance de ganarlo”. Cerca de los mandatarios que integran Provincias Unidas, señalaron: “Vamos a revisar y trabajar bien el número antes de llevarlo al recinto”. Según el Consejo Federal de Inversiones (CFI), el proyecto de ATN implicaría un costo fiscal de 0,03% del PBI, equivalente a $253.000 millones. Además, la Cámara baja aún debe tratar otro proyecto promovido por los gobernadores: el Impuesto a los Combustibles Líquidos.
Mientras tanto, el Senado acordó sesionar nuevamente el 2 de octubre para insistir en la derogación de los vetos a Universidades y Garrahan. Para alcanzar los dos tercios de los 72 senadores, se requieren 48 votos. En la votación original, la ley del Garrahan consiguió 62 positivos y 8 negativos, mientras que el financiamiento universitario obtuvo 58 afirmativos y 10 en contra. El oficialismo quedó prácticamente solo, con el bloque de La Libertad Avanza apenas sumando algunos apoyos dispersos. Según cálculos de la oposición, la actualización de fondos universitarios significaría un gasto adicional de 0,14% del PBI ($1.059 millones), mientras que La Libertad Avanza estima más de $1.500 millones. En tanto, el proyecto de emergencia pediátrica implicaría erogaciones adicionales para la Nación que, anualizadas, alcanzarían $133.433 millones.
El escenario político en Diputados y el peso de los gobernadores marcarán si los vetos a ATN y a otros proyectos pueden ser revertidos, mientras que en el Senado la mayoría opositora parece consolidada para avanzar en la insistencia de las leyes previamente sancionadas. Esto convierte a octubre en un mes clave para definir la relación de fuerzas entre Ejecutivo y legislativo en el manejo de fondos nacionales y programas estratégicos.