El derrumbe de los mercados tras las elecciones en la provincia de Buenos Aires todavía no impactará directamente en las inversiones en Vaca Muerta, la apuesta clave del país para estabilizar la economía, según confiaron algunos de los principales CEOs de las petroleras que operan en Argentina. No obstante, todos los actores advierten que la situación se controlará “paso a paso en las próximas semanas”, ya que una subida sostenida del riesgo país encarecerá el financiamiento, uno de los mayores cuellos de botella junto a la infraestructura de evacuación de shale oil y gas.
Los ejecutivos coinciden en que la sociedad no está convencida del plan económico del Gobierno y mira con expectativa otras opciones políticas, que podrían revertir medidas que consideran positivas, como el superávit fiscal y las garantías jurídicas para la inversión. Para los funcionarios oficiales, la derrota electoral se explica por un “mal armado político” de las listas y alianzas. En la Exposición Argentina Oil & Gas (AOG), que se desarrolla hasta el jueves en La Rural, un ejecutivo afirmó: “Esto que pasó hoy exhibe pánico, pero se va a revertir. Es una buena oportunidad de compra”. Otro CEO recordó que las multinacionales suelen adaptarse a la volatilidad económica global porque la industria energética es “a largo plazo” y no cambia en los 48 días que restan hasta las elecciones legislativas de medio término.
Sin embargo, el aumento del riesgo país ya genera preocupación concreta. Un Gerente General explicó: “Las petroleras podemos conseguir financiamiento más barato que el Gobierno. Pero si sube mucho el riesgo país implica menos reinversión a futuro”. Y ejemplificó: “La industria necesita unos 10.000 millones de dólares por año. Una diferencia de 200 puntos básicos en la tasa de riesgo implica un sobrecosto de US$ 200 millones, que significa hacer unos 15 pozos menos de petróleo y gas en Vaca Muerta”. Por eso, todos coinciden en que no es el momento de salir al mercado a buscar financiamiento. Ricardo Markous, CEO de Tecpetrol, reconoció: “Para el crecimiento que necesitamos no alcanza con la reinversión de flujos. Vamos a esperar un poco para salir al mercado a financiarnos hasta que se ordene un poco esta situación”.
Mientras tanto, funcionarios del área energética advierten que “no se puede dimensionar” todavía el impacto en las inversiones. “Hoy el riesgo país superó los 1.000 puntos, ¿pero cuánto va a durar? No lo sabemos. Si se extiende por mucho tiempo después de las elecciones de octubre va a ser un problema”, señalaron. Además, destacaron que un dólar más caro podría licuar algunos costos, entre ellos los salarios, por lo que el precio internacional del petróleo será más determinante que otras variables, como el tipo de cambio o el riesgo país.
Durante la inauguración de la AOG, el secretario de Coordinación de Energía y Minería, Daniel González, reconoció la tensión que genera el escenario político: “Gracias por darme la oportunidad de escaparme un rato un día como hoy, que no viene nada mal”. En tono irónico, el funcionario aseguró que “nadie debería sorprenderse ni alarmarse si se ajusta la actividad de acuerdo a los flujos de fondos por la caída del petróleo”, y consideró que la adaptación a precios internacionales bajos es “sano”. Además, prometió a las petroleras que el Estado saldará la deuda del Plan Gas, que alcanza los $800.000 millones, apenas la recaudación tributaria permita mantener el superávit fiscal, y defendió la disciplina económica del Gobierno: “A este Gobierno le importa en serio la disciplina fiscal, que nos beneficia a todos. Pero no es una buena manera de resolverlo operarlo en los medios”.
El mensaje de la industria es claro: Vaca Muerta sigue siendo estratégica y rentable, pero los próximos meses serán clave para observar cómo el riesgo país y la política influyen en la inversión y en la expansión de la producción de petróleo y gas, que actualmente alcanza niveles históricos para Argentina.