Freno en la inversión y cautela electoral marcan el ánimo del agro argentino

El índice de confianza Ag Barometer Austral, elaborado por el Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral, reflejó un deterioro sostenido en el ánimo de los productores durante julio y agosto de 2025. Según el relevamiento, el indicador general cayó de 130 en mayo a 127 en julio (-1,5%), acumulando una baja del 15% respecto al pico alcanzado en noviembre de 2024, cuando marcó 149 puntos. La tendencia se explica, principalmente, por la caída en las Condiciones Presentes, que descendieron de 94 a 89 puntos (-5%), mientras que las Expectativas Futuras se mantuvieron estables en 153 puntos. Sin embargo, la señal más crítica se encuentra en las Expectativas de Inversión en activos fijos, que cayeron de 112 en noviembre a apenas 66 en julio.

“La señal más preocupante es el desplome en las expectativas de inversión. Hoy dos de cada tres productores (67%) consideran que no es un buen momento para invertir en maquinaria, instalaciones o vientres de ganadería. La caída acumulada desde noviembre es del 59%, lo que marca un freno evidente en las decisiones de largo plazo”, advirtió Carlos Steiger, director del Ag Barometer Austral. Según el análisis, factores como tasas de interés reales elevadas, crédito limitado y la cercanía de las elecciones legislativas en octubre explican parte de la prudencia del sector. “El productor entiende que este año no solo se juega la rentabilidad de la próxima campaña, sino también la dirección de la política económica de los próximos años. Por eso muchas decisiones se postergan hasta ver el resultado electoral y la consistencia de las medidas”, agregó Steiger.

El anuncio del presidente Javier Milei en la Exposición Rural de Palermo, sobre la baja permanente de retenciones a soja, trigo, maíz y carne vacuna, generó un impacto positivo en las expectativas, aunque no alcanzó para revertir la cautela en materia de inversión. Un 76% de los productores mantiene aún stocks de soja y maíz sin vender, y un 30% conserva más de la mitad sin precio. “Con tasas de interés reales muy altas y un crédito limitado, el productor privilegia financiarse con fondos propios. Por eso el manejo de stocks de granos se convirtió en la principal herramienta para cubrir costos de la campaña 2025/26”, explicó Steiger.

La encuesta también muestra cambios en los planes de siembra: un 44% de los productores prevé modificar sus superficies, priorizando maíz temprano (28,4%) sobre soja de primera (28,1%). Además, solo un 25% adoptó tecnologías digitales, y el 75% de los que no lo hicieron apuntó a la falta de conocimiento como principal barrera. “Existe una gran oportunidad para acelerar la adopción tecnológica en el agro argentino, pero se necesita más difusión y capacitación para que el productor perciba claramente su propuesta de valor”, concluyó Steiger.

A pesar del freno en las inversiones, la confianza de largo plazo sigue positiva: un 66% de los productores espera mejorar su situación financiera en 12 meses, y un 57% cree que el sector en su conjunto mostrará mejoras en 2026. “El productor argentino mantiene su confianza en el futuro, pero la falta de inversión en activos fijos es un problema serio. Si no se revierten estas señales, puede comprometerse la competitividad del agro en el mediano plazo”, concluyó Steiger.