Incertidumbre en el peronismo tras prisión domiciliaria de Cristina Kirchner: ¿quién la reemplazará en la Tercera Sección Electoral?

La prisión domiciliaria de Cristina Kirchner en la causa Vialidad abrió una fuerte incertidumbre en el peronismo respecto a quién ocupará su lugar como candidata a diputada provincial por la estratégica Tercera Sección Electoral. Esta región es fundamental para el PJ, que necesita consolidar una amplia ventaja allí para aspirar a ganar en la provincia de Buenos Aires. Sin embargo, a poco más de dos semanas del cierre de listas para las elecciones del 19 de julio, el peronismo no ha logrado definir a su postulante, una situación poco habitual en un espacio político acostumbrado a disputas internas por candidaturas.

En ese marco, un dirigente de peso dentro del PJ ironizó sobre la situación al afirmar que “la vela se apaga” y propuso dejar atrás el reclamo de “Cristina libre” para armar listas con candidatos que, idealmente, no tengan antecedentes judiciales, aunque sean nombres poco conocidos. Por su parte, Máximo Kirchner evalúa no presentarse como candidato, siguiendo el consejo de varios sectores que rechazan la influencia de La Cámpora en el peronismo provincial, incluyendo al gobernador Axel Kicillof, y manifiestan indiferencia ante la detención de la vicepresidenta. El propio Máximo ha expresado en encuentros privados la complejidad de su situación familiar: “un padre que falleció, una madre presa y una hermana con delicado estado de salud”, un cuadro que influye en su decisión.

La posible no candidatura de Máximo potencia la disputa por el primer lugar en la lista de la Tercera Sección entre dos mujeres que representan facciones enfrentadas: la vicegobernadora Verónica Magario, aliada a Kicillof, y la intendente de Quilmes, Mayra Mendoza, representante de Cristina y La Cámpora. De mantenerse la puja hasta el cierre de listas, una ocuparía la primera posición y la otra quedaría relegada al tercer puesto, ya que el segundo debe ser un hombre por cuestiones de género. Además, se suman tensiones internas en el peronismo bonaerense, con cruces recientes entre sectores que responden a Fernando Espinoza y Gustavo Menéndez, reflejo de una unidad cada vez más frágil.

En paralelo, crece la presión judicial sobre la familia Kirchner, con posibles nuevas condenas en las causas Hotesur-Los Sauces que afectarían tanto a Cristina como a Máximo, quien podría enfrentar su primer juicio oral por lavado de dinero. La necesidad de contar con fueros electorales impulsa la posibilidad de que Máximo encabece o integre la lista de diputados nacionales en octubre, un escenario que desataría otro conflicto interno. Mientras tanto, voces del oficialismo advierten que el 7 de septiembre podría ser un “domingo negro” para el peronismo, ya que una derrota profundizaría las internas y debilitaría a la oposición frente al avance del libertarismo de Javier Milei.